UN DUETO DE ANA OCAÑA & jJAIME
Amanecí sin ti
lloviendo
sobre el mundo,
empapados tus ojos
de los míos
por las lagrimas
secas
de nostalgias,
donde los dos
perdimos
alboradas.
Son las nubes un vacío
al que salto como un loco
enamorado, sin sentido,
pero junto a ti amaneceré
como uvas de un racimo
con cuyas lágrimas sufriré
llorando como un niño:
seremos de un amanecer
peregrinos del camino
que tenemos que recorrer
por las sendas del destino.
Le recorte
a las horas
tu perfume
con ese frio olor
que dejan
las palabras,
pero no estabas.
Recobraremos el tiempo que perdimos
sobre luces de otras albas,
sin alientos ni suspiros
y llegaré a tus palabras
perfumadas de cariño
que rozan tu piel de armiño
y enrocan tus miradas
siempre que te miro
cuando el parco silencio del olvido
siente la mar enamorada
nuestra playa de sentidos.
Me bebí
de un trago
tanta pena…
que la soledad
se convirtió
en ropa mojada,
comprobando
que la vida
sin ti, su curso
continuaba
y el amor
se me escapaba.
No le daré tiempo a la vida
ni tendrán pena tus miradas,
seré el licor de tu bebida
y la mar donde te bañas
con un perfume de arena
al almizcle de mis algas,
donde el amor siempre presida
corazón y esperanzas
hasta ser una vida misma
viva o muerta en la tierra enamorada.
No te voy a dejar
Solo,
sin mí, la razón
se te marchita,
aunque lleves
la parca
sin remedio,
se bien
que mi ausencia
te lastima.
Como loco, no esperaré
tu ausencia que me marchita
como un rojo clavel
entre las hojas de tu vida,
la parca palabra mía
rocía la luz de tu alma
y tan solo una mirada
te dice quien te ama,
sobran pues las palabras
me faltan tus miradas
que son las que iluminan
mi amor de palabras parcas.
La razón quisiera viva
como mi amor te llama.
No quiero
despertarme
sin la aurora
que en tu pelo
amante siempre
arde,
no quiero
que tus ojos
por los míos
ya no anden
devolviéndoles
su brillo.
Si la aurora, cada día,
pudiera cambiar de brillo
seguro que cambiaría
los de tus ojos por los míos…,
solo arde la aurora
entre nuestros corazones,
como la primavera aflora
el rojo rosal de pasiones
que brilla con luz propia
como el amor que me tienes.
Te dolerá seguir
en la guerra
del aire,
sin poderme
respirar,
entre batallas
de nadie.
Pero si te marchas
tú,
me quedare
tan perdida
en la niebla
como intentando
entre plegarias
volver a tu lado
amanecida.
Las guerras siempre duelen
mas no me duele respirarte;
deja que la niebla se aparte
y luzca el Sol para tenerte
en los brazos que te aman
cada día amanecida
que la plegaria, a la luz del vida,
es ternura merecida
a la luz de los amantes,
donde no te perderías
ya que vivo para amarte.
Que no apaguen
la luz
sobre la mar
de tu risa
que, aunque
te haga llorar,
sea yo
la que me pierda
entre tus brisas…,
y en un cielo
de rosas blancas,
con la mirada
perdida,
esperare
como una loca
que vuelvas
de nuevo
“vida mía”
Los labios de mi sonrisa
brillarán toda la vida
para ti, “vida mía”,
aunque llore lágrimas vivas
las gotas de tu mar
perfumadas con mi brisa,
entre rosas nacaradas
del cielo que nos mira
y, como loco, no esperaré
a volver de nuevo otro día
porque no me moveré
de tu lado en algarabía
por la felicidad que me deben
tus dulces labios que besaría.
Nuestro amor es como el lazo
que envidia la poesía.
Ana@ocaña & Jj A I M E
- Autor: jJAIME (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de febrero de 2013 a las 18:06
- Comentario del autor sobre el poema: Ha sido para mi todo un placer y una gran emoción componer, junto con mi gran amiga y poetisa Ana Ocaña, este magnífico poema, Tientos del Corazón..., cuyo contenido es como tratar un diálogo idílico y amoroso que reparte los sentimientos como si fuesen de una pareja que se aman hasta lo indecible. Gracias, querida Ana, gracias mi querida Dama de Níjar, por darme una oportunidad más de componer contigo estos bellísimos versos. Un fuerte abrazo.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 129
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