Desperté del grito en silencio
sólo para verte yacer allí
callé mis males, mis sombras
traje para ti la mañana del mundo
Desolado en la madrugada
cuando los amores son vencidos
por el cansancio y por el frío
cuando ya nada recuerda los delirios
Pero yo no puedo partir
por más que el barco me llame
por más que los ríos lleven mi casa
por más que la arena sepulté mis días
En la esquina de la cama resisto
te doy mi torpe postura
mis ganas huecas y mi locura
un cigarrillo tal vez,
Todo estuvo en esa cama
o todo es todo, o todo es nada
porque tus ojos repletos de techos
me piden calma y pacto con la mañana
Quiero besar tus pies y dormir en ellos
encontrar la página que nos prometieron
bañar tu rostro, tus pechos, regalarte el cielo
contarte como tu cuerpo llama mi cuerpo
No puedo decirte qué soñar en los instantes
no puedo susurrarte y engañarte
convencerte, seducirte, quédate a mi lado
tal vez eso pueda decirte
cuando despiertes, cuando me beses
Pero ahora resisto en la mínima cama
guardo el aire que respiras
espero, desisto, te abrazo, me redimo
escucho los tibios abismos
El reloj quiebra sus sentencias
y tus manos me aprisionan
bienvenidos los secretos,
los fugaces, los inciertos
- Autor: Cardenio ( Offline)
- Publicado: 2 de marzo de 2013 a las 22:46
- Comentario del autor sobre el poema: Para mí representa tantas mañanas en que guardamos a la persona que nos acompaña, celamos sus últimos minutos de sueño, miramos sus ojos, su pelo. Antes de que retorne al mundo, antes de que nos regale el buen día, la caricia, el beso.
- Categoría: Amor
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: Marellia
Comentarios1
Todo... cuando dos son uno.
Un placer.
Saludos
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