El poeta dejó de escribir y se le empezó a opacar el alma
Cada suceso que le ocurría no lo alcanzaba a digerir
Y de ahí le vinieron los celos las envidias y acechanzas
Que se fueron apoderando de su cuerpo en forma servil
El intentaba de algún modo con toda su sabiduría innata
Tratar de sacarse estos males de forma de volver a reír
Pero mientras su escritura no estuvo en las circunstancias
Todo le iba cuesta abajo sin poderlo el impedir
De pronto tomó su pluma y descargó su blonda espada
Sobre todos esos avatares que lo inducían a sufrir
Y zás asomó la luz que descorrió esa cortina pesada
Y como un Dios entró a raudales un sol para revivir
El doctor que venía llegando casi con cataplasmas
Al verlo alivianado se sorprendió de no verlo morir
Y aprovecharon la ocasión para ir a caminar a la playa
Para conversar de la vida y de este lindo final feliz.
- Autor: Boni (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 3 de marzo de 2013 a las 02:17
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 46
- Usuarios favoritos de este poema: Gitana enamorada
Comentarios3
Pero por supuesto, los males del organismo, no tienen otro motivo que los previos males del alma, el corazón, la mente, o como te guste más.
Escribir, y el Arte en general, exorciza mucho de esos males, toda vez que se libera uno de lo que atora, de lo que atraganta. Medio en serio y medio en broma, pero siempre ponés la nota justa, mi Bón!!!
Muy bueno, y da para mucho tu poema.
Abrazotes inmensos, de playa y todo el horizonte
Por eso me gusta escribir, no sé si bien, no sé si mal, no sé si gusta, no sé si disgusta, pero a mi me alivia el alma. Saludos
Es por eso justamente que escribimos para dejar constancia en nuestra bitácora del alma todos nuestros intimos sentimientos y descargarlos en una hoja.
Boni
Menos mal que el poeta se ha librado de todas esas aporías!! Muy lindo y esperanzador.
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