Perfecta la soledad es un cuadro en el muro
Que adorna con su campo, los verdes pastizales
Y que pasa, viaja, vuela hacia el mar
Sobre dos ruedas y un manubrio unido a dos brazos.
Las ganas de amar ruedan calle abajo
Y se hunden profundas en la bahía
Los botes no pescarán esta noche
Las olas se enfurecen con esta pena encallada.
Siguen los dos vagando como un solo trompo
Los besos se convierten en miradas, en caricias
Y los gatos observan como espías
Con mirada traicionera, con un rasguño en las ventanas.
Y luego la noche sale de la nada, envuelta en pureza
Y la hora maldita llega a mi muñeca de manera silente
El fin de mis días nuevamente llega
Vuelve la balsa a la orilla y ese viaje repetido.
Quizás ese cuadro, ese muro no sepan nunca del gato
Ni de ti, ni de mí, ni de ese abrazo puro
Solo hay dos observadores, actores, un callejón
La muerte pasa por el lado, la rabia agrieta el sueño.
- Autor: Emiliano Márquez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de marzo de 2013 a las 21:59
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 65
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