Regálame un pase para entrar a tu recámara, ¡no!, más bien no me lo regales, ¡véndemelo!, no, mejor no me lo vendas, ¡hagamos un cambio!, yo te regalo una noche de amor en tu cama y mil sellos de mis besos en tu cuerpo con garantía de cien años. Regálame una firma que me autorice para abrir la puerta de tu cuarto para ver todo lo que hay detrás de esa ropa sensual que vistes; y así terminar con este sentimiento extraño que siento, que me sube en forma de zigzag cuando muy cerca de mí estás, cuando de tentación mi cuerpo se reviste. Hagamos ese romántico trato; tú me das ese pase que tanto anhelo para a tu recámara poder entrar, yo te doy un boleto abstracto para que emprendas un vuelo, para que viajes en mis sueños y puedas convencerte de que en ellos tu seductor cuerpo siempre está.
A cambio de un pase a tu recámara te doy mil candentes abrazos y doce horas de aventuras al desnudo. ¡Eso, sí, ya te dije, será en tu cama!; ¡son mis reglas!: están prohibidos los rechazos, valen los largos instantes mudos ¡y está permitido reponer las ganas!
- Autor: walberto campos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 25 de marzo de 2009 a las 21:37
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 332
Comentarios4
Una seductora invitacion, pero si no te da pase a su recamara para eso hicieron las ventanas.
Saludos Walberto
Adrian
Muchas gracias amigo... por tus comentarios... espero que te haya gustado el poema
Un pase para su cama,
solo como culminacion
porque el amor ya lo sientes,
falta desatar la pasion.
A lo mejor la convences!!
Te felicito;
¡¡Yo soy igual de exigente!!
me interesa el poema suena muy interesante me recuerda viejos t...
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