Quién descancadeno la furia de los tigres. Quién abrio la jaula dorada de la bestia rayada. fuí yo....horas mudas me aferré a los barrotes sagrados de la cárcel fría, y nada importo en aquel tiempo. Tanta era mi ceguerra que los relojes detuvieron su agonía lenta, tanto era mi amor y el temor por aquella bestia que inmovil se quedo mi cuerpo mirandolo....
Yo, en mi loca juventud no adiviné el poder de su instinto violento y callado robé la llave que le oprimia. Tanta era la mágia que veía en su larga cola, que sus movimientos me imnotizaron y caí en sus garras iracundas.
No valieron la pena mis largas horas junto a la celda.No. Pero creí que sí y fue por eso que cometí aquel pecado. Pense que ya conocía sus rayas, pero no. En el segundo mire sus largos colmillos. No perdió su tiempo....
Ahora el pasea por los jardines y yo desde un lugar muy alto que no reconozco como própio, lo sigo mirando...
- Autor: NADLEK (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de marzo de 2013 a las 00:03
- Comentario del autor sobre el poema: SOLO ES UN ESTADO DE MI ALMA,,,,,,
- Categoría: Cuento
- Lecturas: 23
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Héctor(micorazón)
Comentarios1
Cuando las manos de un poeta escribe un poema tan especialmente bello, el sentir del Bardo que lo lee se envuelve con la armonia de la prosa de tu cuento amigo Nadlek
Saludos de amistad y afecto
Críspulo Cortés
gRACIAS DE NUEVO POR LEER MIS POEMAS.
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