Esta es la historia
que nunca termina;
sufre el corazón,
agranda su herida
si lejano el amor
en pasión se germina
y la otra, de tanto rogarle,
sufre y llora pasión
en las cuatro paredes
de una rosa de sangre;
maldita traición
que le causa un cobarde.
La mano en el pecho
y mil agonías,
la cara del viento,
con luna y llovía
por una ventana
de rejas malditas
por donde desgarra
sus lágrimas vivas.
¡Está con otra gaviota
fingiendo la vida!,
sueña la otra,
en su alcoba escondida,
sufre perdida
la rabia enfermiza,
su cruel agonía.
Y loca,
con los años encima
de plata dormida,
en su negra tormenta
los labios vencía
a la pálida ausencia
del tiempo que iba
sin otra saliva
mas que la tiene en la boca.
Y al cielo, sus ojos mentían
de loca conciencia
por saber que dormida
o despierta y vencida
ni una caricia
su piel alimenta.
Y él la consuela
con palabras baldías,
engaño, perfidias
y falsas promesas
que curten la noche
entre tanta mentira
mezquina y siniestra.
La otra suspira
y sus manos aprieta,
del dolor que le inspira
viéndose otra,
¡la otra!,
¡la otra!,
la que siempre llora,
la que siempre ama,
la que tanto implora
frente aquella ventana
en su cárcel cerrada…,
su prisión infinita.
¡La otra!
¡Soy la otra!
Se dice así misma,
mientras mira enfermiza
la cara maldita
del amor que le ahoga,
en una tarjeta
de cartón que destroza.
¡La otra!,
¡soy la otra!,
y ni una migaja
me deja en la boca
que…, loca
¡siempre loca!,
el corazón desboca
del amor que me ahoga.
Una luz
en su alma infinita
un beso refleja,
el que nunca cobija
pero siempre enamora,
loca en la vida
de estar siempre sola
y él en la otra
alcoba de mirra
de otra gaviota,
lejos de heridas
donde el amor provoca,
si de amor derretida
de amor se despierta
siendo ¡la otra!
¡La otra!
¡La otra!
Sola en la vida
y en cárcel de amor
siempre presa.
jJAIME@Juglar de Sueños
- Autor: jJAIME (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de marzo de 2013 a las 17:39
- Categoría: Amor
- Lecturas: 78
- Usuarios favoritos de este poema: Antonio verde., miriam quintana
Comentarios1
Una historia muy triste para la otra, siempre en la sombra, amando en silencio . . . Saludos!
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