Te fuiste de madrugada
de aquella noche cerrada,
e impotente te vi partir
sin poder por ti hacer nada.
Con fuerza apreté tus manos
para evitar que te alejaras.
¿Cómo es posible Señor
que estuvieran frías unas manos
siempre llenas de calor?
No tuve el valor, Samuel
para verte transpasar
la frontera de la vida
que nos lleva hasta el más allá.
Y cuando quise darme cuenta
de la implacable realidad,
sintió mi ser la derrota
de nuestra batalla compartida
entre la muerte y la vida.
Te llevaré en el alma
mientras viva, tú lo sabes
porque sigo de ti enamorada,
del esposo, padre y abuelo,
por eso tu recuerdo mi vida
es mi refugio y mi anhelo.
Rogaré para que mis deseos
de hoy se puedan convertir
en un milagro de amor,
y entre mis brazos sentir
latir tu corazón.
Tu esposa que no te olvida.
Fina Simón
- Autor: Fina (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de marzo de 2013 a las 18:29
- Comentario del autor sobre el poema: Samuel Palomar Adrián, mi esposo,fallecido en el 2005 de un Alzheimer galopante. Con él se fue parte de mi vida también.
- Categoría: Triste
- Lecturas: 1390
- Usuarios favoritos de este poema: grabra
Comentarios4
Personas que amamos se presentan y desaparecen a lo largo de nuestra vida... algunos duran mucho tiempo caminando a nuestro lado, pero al final sus cuerpos se desintegran y vuelven al mismo lugar que los trajo... lo mismo nos ocurrirá algún día y aunque nadie ha regresado para decirnos lo que sucede después, una cosa es cierta, nuestros corazones nunca los van a dejar partir...
hermoso requiem querida amiga...
Un beso...
Buenas noches, querido amigo: Sin lugar a dudas, mi marido, Samuel, siempre estará en mi corazón y está presente, a milado cada minuto, lo siento, lo intuyo, pero tambien ese vacío de su presencia, no hay nada ni nadie que lo pueda llenar. Muchas gracias por tus palabras de consuelo.
Un abrazo.
Buenas noches, khisna: Muchísmas gracias por tus bellas palabras. Conocer a Samuel Palomar, fue lo mejor que me ha pasado en la vida, y perderle en circunstancias tan terribles, lo más lamentable que cualquier ser humano pueda afrontar con entereza y resignación. Mañana, Viernes Santo lo conocí, hace cincuenta y dos años.
En cada uno de mis versos está presente su espíritu y ello me reconforta.
Un abrazo
Si es cierto que existe el más allá estará esperando ansioso el momento de reunirse con la mujer a la que tanto amó. Precioso tu poema, como todo lo que haces. Un beso, Fina.
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