Aquel día escuche cantar a ese pájaro por la mañana,
La mañana me envolvía con el frio que penetro hasta mis huesos,
Esa mañana antes de amanecer, te fuiste sin decir ni una palabra
No sobraron razones para tu marcha
Como si aquel día hubiese sido ayer, pero ya son años,
Mi cama sola amaneció sin tu presencia
Solo el olor a ti quedo atrapado en las sabanas
Esas sabanas que recordaran cuanto te ame.
Ese pájaro me despertó del profundo sueño
Un sueño en el que te encontrabas tú
Tú, mi rancho, y mi pobreza.
Que ilusiones guarde con tigo,
Qué suerte corrí con tigo,
Algo imposible que se me había hecho realidad,
Así como imposible fue retenerte a mi lado,
Soy pobre y lo admitiré,
El amor no tiene precio, recuérdalo,
Iras a buscar fortunas, pero no encontraras amor,
Amor
Amor solo yo te lo regale,
Ahora yo, con mi pobreza, mis lagrimas y mis calcetines rotos te recordaremos.
Ahora solo guardo tu recuerdo en el marco de la puerta, en la que te parabas,
Esa puerta en la que se sentía una paz,
Ahora al asomarme al falso la veo cerrada,
Falta tu presencia, tu presencia que deambula en el mundo.
El campo me recuerda a ti,
Con esa brisa que mueve las hojas de los cañales,
Así como tú aroma fresca y dulce, movían mi corazón,
Ahora mi corazón no sabrá lo que es amor,
Hasta que ese pájaro vuelva a cantar y me señale a donde encontrar el amor.
- Autor: Francisco de los Angeles (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de marzo de 2013 a las 20:41
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 91
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