Cuando te vi por primera vez

Cuando te vi por primera vez vi tus labios, si, tus labios. Por un momento en la retina de mis ojos se grabaron todos los pliegues, todas las protuberancias, la finura de como cada linea de manera subrepticia trata de huir una de otra para encontrarse en una comisura que me hace pensar en explorar ese camino para ver a donde me lleva.

Cuando te vi por primera vez vi tus labios y cerré los ojos por un segundo para en esa fracción de nuestra vida sellar un recuerdo imperecedero que me hará sus dueños cada vez que los recuerde.

Cuando te vi por primera vez vi tus labios y sentí una imperiosa necesidad de unirlos a los míos, de hacerlos uno solo y sentir ese magma incontrolable que me imagino es tu ser.

Cuando te vi por primera vez vi tus labios y los celos de saber que otros labios habían estado sobre ellos antes que los míos me carcomieron.

Cuando te vi por primera vez vi tus labios y recordé al río Caroní cuando en la inmensa negritud de su profundidad nos dice que esconde la mayor fuerza que puede haber.

Cuando te vi por primera vez vi tus labios y me imagine la inmensa alegría de tu madre al verlos por primera vez y saber que algún día la llamarían mamá.

Cuando te vi por primera vez vi tus labios y mi cuerpo estremecido de pasión no podía contener la inmensa necesidad de decirte que son la cosa mas bella que Dios creo y que quiero que sean míos por siempre. 

Cuando te vi por primera vez vi tus labios...

Luis Enrique Rodríguez (guaniamo)