Son tus labios manantial de agua fresca, son a los mios el caliz sagrado, la sagrada ofrenda, sed de unos labios que besan, que engañan, que dan la vida, que la quitan; sed de un corazon, de armonia y tranquilidad, sed de una locura llamada amor; que nos quita el aliento, que nos devuelve la pasion, que nos roba el sentido, que nos roba la razon.
Pasan los segundos, los minutos las horas, los dias y los años; pasan las estaciones, pasan y trascienden; llegan y se van los instantes mas intensos, los mas etereos, los mas glamurosos, los mas fugaces; pero la sed permanece la busqueda de aquel consagrado y material y espiritual sentimiento con voluntad de deseo, con magia y con gracia; perpétuo en el tiempo con alma de mujer, con esencia de rocio, sed no saciada, sed que no mata pero que debora sed que jamas llena, pero de aquel que la siente es sed de misterio.
Sed con sabor a melancolia y soledad, sed de lagrimas saladas, sed de amargura dulce, sed de sabiduria y soledad, senderos silenciosos metas indomitas, revolucion de unos labios que solo buscan otros labios otro mar al que beber, otro oceano de gotas de cristal que calme aunque sea momentanea, aunque sea timida y calladamente aquella sed con sabor a felicidad.
- Autor: el solitario (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 13 de marzo de 2013 a las 21:35
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 44
Comentarios1
Interesante trago.
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