"Me pregunto cada segundo/ que tan confundido viví,/ si será que no entiendo al mundo/ o el mundo no me entiende a mí".
Imagino un futuro e hipotético encuentro,
Te imagino tendiéndome tu mano,
Hablando de cómo soy por dentro,
Viviendo la experiencia de oír tu voz,
Yo no olvidaré nunca que eres Dios,
No olvides Tú nunca que soy humano.
Será creo yo, un encuentro definitivo,
Donde hablaremos del bien y del mal,
De la razón, causa, excusa o el motivo
Que me llevó algunas veces al pecado,
Habrá que analizar con mucho cuidado,
Se supone que ése será el juicio final.
No podrás tener nunca dudas de mi fe,
Ojalá que sólo de eso dependa mi suerte,
Porque Tú sabrás muy bien y yo lo sé,
Que pudiendo creer menos o más,
Nunca fui como el apóstol Tomás
Y creí firmemente en Ti sin verte.
Ciertamente yo no he sido perfecto,
De mí a la perfección hubo un abismo,
No fui creado sin tener ni un defecto
Ni mis virtudes pudieron llegar a tanto,
Jamás pretendí portarme como un santo,
Tan sólo me limité a ser yo mismo.
Siempre oí hablar de cielos e infiernos,
De ángeles alados y de malos demonios,
De tu amor, de los castigos eternos,
Con los cuales no estuve de acuerdo,
Siempre fui un loco que parecía cuerdo
O un cuerdo fugado del manicomio.
Hablaremos de los 10 mandamientos,
Acerca de cuánto yo los cumplí,
Pero en materia de cumplimientos,
No tengo mi causa tan perdida,
Pues aunque pequé mucho en mi vida,
La viví siempre amándote a Ti.
¿Me dirás que fui quizá un malvado?
Ese es un veredicto que yo acepto…
A nadie puedo culpar por mi pasado,
Aunque nunca llegué a serlo en pleno,
Igual me resulta si dices que fui bueno
Demasiado relativo ese concepto.
Yo a mis padres siempre los honré,
Pues discutir no era deshonrarlos
Y tus días aunque no los santifiqué,
Me sentí muy feliz por vivirlos,
Con cantos hechos para bendecirlos
Y poemas escritos para amarlos.
En vano jamás he jurado tu nombre,
A nadie siquiera pensé en matar…
Pero hubo cosas que por ser hombre,
Cosas que a veces uno hasta espera,
Que en mi vida y en la de cualquiera
Simplemente no dejaron de pasar.
Alguna vez codicié a una mujer ajena,
Le robé a otro y luego me arrepentí,
Una idea podía en mi mente no ser buena,
Pensamientos impuros tuvimos todos,
Dije mis verdades y de todos modos,
Como humano que soy, también mentí.
Pero el primero de tus mandamientos,
Que es sobre todas las cosas amarte,
Lo digo en verdad, sin remordimientos,
Con un amor que para nada es ficticio,
Pudiendo parecerme un sacrificio,
Yo lo convertí en el más amado arte.
Así que en ese supuesto juicio final
Que hoy por mi imaginación pasó,
Mucho más allá del bien y del mal,
Cuando decidas qué pierdo o gano,
Recuerda Señor que soy humano
Y que Dios eres Tú… no yo.
- Autor: EROS (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de marzo de 2013 a las 10:12
- Comentario del autor sobre el poema: Una hipotética conversación con Dios, en un hipotético día del juicio final...
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 74
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, ADOLFO CESAR MARCELLO, Andra, Hija del Sol, Ángel Poeta
Comentarios5
Una reflexión muy profunda, muy digna de una mente ultra-consiente, solo hay dos formas de ver la luz ser la fuente, o el espejo que la refleja.
La poesía se viste de primavera con tus hermosos versos espirituales señor amigo Eros
Abrazos de amistad y afecto
Críspulo Cortés
Buen poema, buena redacción solo cuentan las prácticas, con la fe en el corazón me gustaron las penúltimas estrofas
Con mi cariño
Ese hablar con Dios, con el dios de cada uno, con el personal, con el que su credo le permita o dispone, es una manera bellísima de conectarnos con nuestro propio interior, con nuestra conciencia y con el Amor, y digo el Amor, porque en principio está el amor a nosotros mismos, que difiere del propio, esa manera de querernos que hasta nos permitimos hablar con un dios, fijate hasta que punto.
"Hablaremos de los 10 mandamientos,
Acerca de cuánto yo los cumplí,
Pero en materia de cumplimientos,
No tengo mi causa tan perdida,
Pues aunque pequé mucho en mi vida,
La viví siempre amándote a Ti."
y creo también que más importante que esperar el juicio final, es hacer nuestro propio debate "legal" día a día, para aflojar las "culpas" que pudieran llegar a envolvernos.
¡Qué tema Al, eh?!
Tus poemas, porque en muchos has hablado de tus conversaciones con lo divino, tienen esa cosa de exponer el corazón que me produce muchísima ternura.
Precioso tu poema!
Abrazos enormísimos y besos de...admiración!!
Ante mis ojos me parece una excelente reflexión. Has enlazado tu poema de manera maravillosa, empezaste reconociendo, valorando y dándole el justo valor a Dios y cierras de igual manera, ubicándote en el lugar dónde debes ir cuando te pones frente a Él, con el merecido respeto que se merece porque la fe en Él es tan grande que así somos quienes lo sentimos en nuestro corazón, por eso me identifico mucho con el inicio y el final de tu poema.
"¿Me dirás que fui quizá un malvado?
Ese es un veredicto que yo acepto…
A nadie puedo culpar por mi pasado,
Aunque nunca llegué a serlo en pleno,
Igual me resulta si dices que fui bueno
Demasiado relativo ese concepto."
Coincido contigo, el concepto "bueno o malo" es relativo, por eso no suelo estar de acuerdo cuando a un niño se le dice "no seas malo" cuando está defendiendo a su manera algo que considera ser suyo, pues para él debe ser bueno defenderse o defender algo y no "malo" cuando un adulta juzga su comportamiento sin saber lo que el niño por dentro siente o sin entender las razones que lo llevaron a tal acción.
"Pero el primero de tus mandamientos,
Que es sobre todas las cosas amarte,
Lo digo en verdad, sin remordimientos,
Con un amor que para nada es ficticio,
Pudiendo parecerme un sacrificio,
Yo lo convertí en el más amado arte."
¿Sabes? Ese mandamiento es tan fácil como difícil cumplirlo, pues fíjate que yo entendí en la vida que Dios está en cada ser que se nos presenta en la vida, por muy indeseable que éste sea, pues algo viene a enseñarnos o a dejarnos y si tenemos la profundidad en el alma para ver a Dios en él o la misericordia de Dios en él, estaremos cumpliendo algún otro mandamiento sin necesidad de darnos cuenta y de manera más sencilla, aunque como seres humanos no es fácil sensibilizarnos tanto, es interesante hacer el ejercicio, desde mi fe pienso que nuestro Dios está en el hermano que amamos y en el que nos hace daño, porque repito, algo viene a enseñarnos desde nuestra fe.
Definitivamente Álvaro, lo que más me gusta de tu poema, además del inicio y final es que te muestras auténtico ante Dios, eres tú mismo ante Él y eso me ha atrapado mucho porque siento que lo has escrito a corazón abierto. Dios permita que cuando nos llegue ese día, el encuentro con Él tan esperado en vida sea como lo describes a lo largo de tu poema, reconociéndonos nosotros mismos desde nuestra humanidad, hasta escuchar su enigmática voz y tener coincidencia con la imagen que ya aprendimos a asociarla con Él.
TODO LO QUE ACÁ TE COMENTO ES DESDE MI ÓPTICA MUY PERSONAL AMIGO POETA.
"Me pregunto cada segundo/ que tan confundido viví,/ si será que no entiendo al mundo/ o el mundo no me entiende a mí".
¿Sabes? A veces o con frecuencia me pregunto lo mismo.
¡Cuánto por comentar y compartir desde tu maravilloso "Juicio Final"
Te dejo un abrazo y un enorme beso desde mi admiración, cariño y respeto Hombre de Letras Hermosas.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.