Ya nadie toca la campana
ni se persigna frente al Cristo de la puerta.
Ya no están los sonajeros, ni las espigas de rosas.
El silencio es el dueño de la casa.
La lámpara, al lado del sillón vacío, se cubre de telarañas.
En la repisa, un viejo y empolvado libro.
Se respira una aparente paz
mas por todos los rincones
aparecen los recuerdos de los niños:
subiendo las escaleras enlodando los peldaños
con las huellas de paseos por el campo.
Momentos que afloran deshojados del encanto
porque el pasado no vuelve. Nada es igual que antes
y el recuerdo se apodera de la estancia y de la mente
para ser más elocuente y nutrir esos instantes
- Autor: taty merced ( Offline)
- Publicado: 14 de marzo de 2013 a las 12:08
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 86
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios2
La poesía se viste de primavera con tus hermosos versos estimada amiga y poetisa Laty Merced
Abrazos de amistad y afecto
Críspulo Cortés
Taty!! cuánto te admiro, nos mostrás una escena de la que no podemos desprendernos, esa paz tan invadida por la nostalgia y los recuerdos, esa paz que nos dice que el pasado está en silencio y a la vez...grita.
Me "pegó" fuerte tu poema, te aseguro.
Bellísimo!
Besos al por mayor
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