Se entierra la noche
en un sepulcro de dolores
celestes
de escombros noctámbulos
que enviudan.
Aparece el gallo fulminante
el pájaro-silencio
derribado
por un grito.
La claridad ávida
enorme.
Las espaldas voltaicas
despiertan
eléctricamente atolondradas.
Se abalanza el Sol depredador
amo de las antorchas
que encienden el ocaso
- Autor: Jef (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 14 de marzo de 2013 a las 12:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 51
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Sara (Bar literario)
Comentarios1
La poesía se viste de primavera con tus hermosos versos preciado amigo y poeta Jef
Abrazos de amistad y afecto
Críspulo Cortés
Gracias Hombre de la Rosa
Saludos cordiales
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