10.:23 pm
Masaya 04-03-13
Dejemos con su nocturno signo matemático
mis ojos metafóricos,
cerca la cajetilla de cigarros y ausente mi café
humeante de la noche,
dejaré salir a tu poeta para recordar;
porque me hallaba en ese tiempo
y no puedo descifrar en la invariable fiesta
cuál de todas ellas
las Alejandras que en tu cuerpo hacían coro
para bailar. Y atrevidamente
invadiendo mi locura casi arrebataste
mi destino. Ahora me suspendo
en lánguidos deseos y llegará la hora
que bailarás conmigo como deseé,
como deseaste, tus manos entrelazadas con las mías
y la música de fondo que nunca olvidaré.
Ellos terminarán su ritmo:
esos que silenciaban, nunca asesinaban
tu cariño y el mío, hechos oxígeno y calor.
Una hora será, sólo un minuto quizá
y al resplandor de la armonía casi ciega,
se fundirán en tiempo y alma nuestras risas.
Créelo, yo lo creo, ajeno a esta nota
quetalves comprenderás, un mes, dos años o
tres décadas, de asidua mi esperanza
donde escribo por ti.
- Autor: marcos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 17 de marzo de 2013 a las 07:25
- Categoría: Triste
- Lecturas: 41
- Usuarios favoritos de este poema: Gama de Luz 89, El Hombre de la Rosa, grabra
Comentarios1
La maravilla de tus letras reparten su hermosura en los corazones amigos de la poesía preciado compañero y amigo Marcos
Con mi sentimiento de amistad y afecto
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
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