Entre Sombras

Río Que flota



Te conozco como una oscura silueta, una silueta llena de ebriedad, una silueta llena de manías demenciales.
Quisiera arrastrarme siempre en tu sombra y conocer tu oscuridad, y esperar a que el silencio de tus labios moje mis lágrimas que desesperadamente corren al escuchar la sublevación de tu corazón… Quisiera hundirme en tus ojos y destrozar tus pupilas marchitas, sólo así seguiría mis pasos; y tú revelarías, sin saberlo, mi silueta encarnada en la curiosidad.



Quiero existir, siempre, en tus manos sudorosas, quiero existir en tu inconsciencia, en tu olvido, en el humo de tu soledad. He sido testigo de cómo las sombras tropiezan en los sentimientos, de cómo las sombras queman sus ojos y destripan su sexo, de cómo las sombras materializan sus recuerdos en dolor. Eres tú la figura amorfa que nunca tropieza en la oscura realidad y no deja de jadear en la nada y no deja de existir en mi incredulidad.
Muchas veces has respirado la nada y has logrado divisar que tal vez la nada es blanca como tu incredulidad o negra como tu pérdida de fe, o tan hermosa como tus rosas rosa. Pero qué es la nada para mí sino nada más que incertidumbre, oscuridad.
La nada, álgida e inmersa en falso dolor como el miedo a perder el tacto de una piel bañada en ilusión al sentir algún aliento putrefacto y lleno de gases que derriten la vida.


Podría comparar a las sombras con la nada pero cómo hacerlo si tu sombra es la única que se proyecta en mis recuerdos y la nada no logra absorberla.
Mi sombra yace perdida desde que la luz repele su existencia pero siempre logra arrastrarse hacia tus manos, hacia la brillante luz que emites y la hace existir, no importa que la hipócrita luz del universo desintegre su solidez sólo importa su egoísmo por ti. … “Sólo importa mi egoísta sombra”.

  • Autor: Río Que flota (Offline Offline)
  • Publicado: 20 de marzo de 2013 a las 14:25
  • Categoría: Triste
  • Lecturas: 121
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