Madre
¡bendito sea el fruto
de tu vientre!
Bendita tu infinita bondad.
Hoy, Madre, te quiero dibujar
dibujar las ramas del árbol
que me dan cobijo, caricia y alimento,
(Son tus manos y tus brazos).
Dibujar las nubes de esperanza
que con mucho orgullo
nos muestran tu paso por la vida
y tu necesaria experiencia.
(Es el cabello cano que adorna tu cabeza).
Dibujar las rastras
que abrieron el surco de los caminos
que transitaste, y nos ayudaste a transitar,
con la sabia paciencia del luchador.
(Son tus piernas y tus pies).
Dibujar también la sabia dulce
de calor y alimento que me dieron tus pechos.
Quiero dibujar la solidaridad,
la esperanza y la fe, que orientan nuestra vida.
La fuerza de tu convicción
¡mañana es mejor!
en la visión amplia del deber.
(Es tu rostro y su expresión).
Y en este momento infinito
quiero dibujar y no puedo
porque aún no termino
de merecerlo completamente.
Quiero dibujar y no puedo
porque es más ancho que la vida misma.
Quiero dibujar y no puedo,
dibujar tu corazón
Madre querida.
- Autor: Mago (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 22 de marzo de 2013 a las 11:11
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 60
- Usuarios favoritos de este poema: ADOLFO CESAR MARCELLO, El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Bello tributo a tu madre, saludos!
Una preciada y hermosa esposición sobre la filosofia natural de tu genial versar estimado poeta y amigo Mago
Saludos de afecto y amistad
Críspulo
Muchas gracias amigo, un gran abrazo
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