Entre dormida percibí que te moviste toda la noche. Amanecía. Levanté la persiana, preparé el desayuno y te invité a que te acercaras.
Respetaba tu silencio. Sé que no te gusta conversar de mañana. Tu gesto adusto y escurridizo evitó mi beso. Comenzaba a incomodarme.
Tomabas café y leías titulares. Insistente y demandante busqué tus labios: giraste y mi huella quedó en tu mejilla.
Camino a la oficina me molestaba la voz del periodista, aunque me preocupaba más tu silencio.
Me dejabas en la puerta. Entre encaprichada y angustiada fui por el fallido tercer beso. Molesto, murmuraste una sentencia: “A la noche hablamos”.
- Autor: Meri (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 23 de marzo de 2013 a las 02:21
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 80
- Usuarios favoritos de este poema: Héctor(micorazón), El Hombre de la Rosa, ARCÁNGEL, Cock
Comentarios5
bonito poema... 🙂 es interesante como va transcurriendo la cotidianidad en las estrofas...
Hola! Muchas gracias! Un saludo de esta Novata Poetisa Que Se Anima..... =)
Una hermosa y bella genialidad tu poema amiga María
Saludos y amistad
Hola Críslpulo! Muchas gracias por andar por aquí! Un abrazo de esta Aprendiz De Poetisa Que Lo Intenta......
María cuando menos lo piensas uno se levanta de mal genio,
ese genio que durmiendo nos hace las travesuras de grabarnos solo cosas negativas, pero al despertar es este geniesillo el que actúa sin dar la oportunidad de poner en marcha nuestra mente para contestar los mensajes recibidos, solo queda esperar hasta la noche,saludos, Gastón.
¡Qué amoroso, Gastón! Un abrazo!
...y qué sentencia para abrochar con genial talento este precioso micro, querida Meri. Me encantó leerlo, un abrazo gigante querida amiga y que disfrutes a pleno descanso este finde. Besotes.
Luzbelito
Hola Amiguito!! Te devuelvo los augurios. Y te mando un fuerte abrazo!! Besos =)
Jajaja... sabes... alguna vez hice todo eso... ahora lo evito siempre que puedo, porque así encaprichado me retiré en más de una ocasión y no volví a ver más a esas personas... el orgullo no deja nada bueno... aún si se está convencido que se tienen la razón...
Un beso...
😉 Besos!!
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