no es redondilla, ni prosa
es dedicado a una rosa
la mujer más majestuosa
espero que seas mi esposa
I
Por acariciar tus manos
cantaría un pajarito
Por un beso de tus labios
recorrería el infinito
Ante tus hermosos ojos
observare inmensidad
aunque me encuentre muy lejos
serás mi gran felicidad
Quizás nunca te conquistare
Aunque jamás te olvidare
mil poemas te escribiré
Ante los siglos yo te amare
Recuerdo aquel sublime día
plenilunio que sonreía
algo místico me invadía
nunca pensé que te amaría
II
Millar de palabras existe
ninguna podrá describirte
eres lo más bello que existe
¡oh amor que me invadiste!
Quiero estar hoy a tu lado
en presente y en pasado
ante tu dulce sabor de higo
quiero estar siempre contigo
Mi alma surca tempestad
corpúsculo de frialdad
sutil romance moderno
frio y triste como el invierno
Inefable de grandeza
con sabor de la cereza
rebosante de belleza
tu lejanía es mi tristeza
Final
Karma eterno de felicidad
amiga mía incondicional
rima eterna de bondad
iniciativa de eternidad
nada te detendrá jamás
acrónimo de divinidad
- Autor: Juan Amezcua (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 24 de marzo de 2013 a las 13:49
- Categoría: Amor
- Lecturas: 94
Comentarios1
muy interesante, una métrica ya es raro verlo en nuestro días... excelente poema...
muchas gracias
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.