Hacia el supuesto principio del fin sus muslos diamantinos, galopaban en sereno paso. A la huida de la huida, nos iba dejando tras de sí. Nosotros, los testigos de su existencia. -Defunción-
28.01.2013
Junior R. Velazquez L.
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Autor:
Junior Rafael Velazquez Leon (Seudónimo) (
Offline)
- Publicado: 24 de marzo de 2013 a las 17:31
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 55
- Usuarios favoritos de este poema: Microscopio carnivoro
Comentarios1
Mientras vivamos, seremos los testigos de la muerte,esa huida que todos huimos, reflejas muy bién ese sentimiento.Gastón.
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