No te imaginas, bien mío, cuánta admiración siento por la luciérnaga, ese diminuto animal volador que no necesita de luz ajena para brillar y guiarse en la obscuridad de la noche.
No te imaginas, bien mío, cuánta repulsa siento por quienes necesitan del fulgor de la luciérnaga para abrirse caminos a plena luz del día y tener figuración pública.
Tú los conoces.
¡Son tan ignorantes y se las dan de eruditos!
¡Cómo abundan en la fauna política!
Aunque no lo creas, bien mío, las circunstancias existenciales me han obligado a ser luciérnaga para muchos mediocres.
- Autor: rodulfogonzalez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de marzo de 2013 a las 09:16
- Categoría: Sociopolítico
- Lecturas: 22
- Usuarios favoritos de este poema: Trovador de Sueños ...y realidades., El Hombre de la Rosa
Comentarios3
Toda la razón hermano...!!!
Un abrazo fraterno.
Amigo es un hermoso poema, reflejas cuan incomodo y molesto puedo ser una persona que no brilla con luz propia, sino que vive a la luz de los demás. Tu lo expresas con una muy bonita metáfora.
Un verdadero placer poder leerte amigo.
Saludos.
Tu literaria genialidad empapa el alma de tu preciado y bello poema sociopolitico estimado amigo Rodulfogonzalez
Saludos de afecto y amistad
Críspulo Cortés Cortés
El Hombre de la Rosa
Siempre generoso como mi pobrecita poesía, amigo. Gracias. Rodulfo González.
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