Idilio

IDILIO

Estar enamorado ¡Un primor!

Es inundarme en el germen

Imperecedero de tu amor;

Aliviando la persiste vertiente

De mis pretensiones…, fiel clamor.

Estar enamorado ¡Un deleite!

Es solazarme en tus férvidos ojos,

Albor hacia una noche ardiente

que penetrantes nos conduce

Hacia la senda del ósculo oferente.

Estar enamorado ¡Sin prisa!

Es entrega sin detenerse,

Tejiendo entre tu risa y mí risa

El encuentro florido, maravillo,

De dos almas en pasión amorosa.

Estar enamorado ¡Una odisea!

Es no perder de ningún modo

El camino escarlata de la aldea,

Donde espera la de corazón ansioso

Mujer que te ama y te desea.

Estar enamorado ¡Fuego encendido!

Es oír el repique de campanas

Al chasquido de los besos complacido

Que se dan a cada instante

Fundiendo el amor, esclarecido.

Estar enamorado ¡Dulce canto!

Es saborear en el mismo cántaro,

Y apagar la sed, el crudo llanto

Del hijo que sediento te reclama

Adorable sustento de tu encanto.

Estar enamorado ¡Una armonía!

Es bendecir el camino quebradizo,

Senda de mil viajeros, divina vía;

Entregando los días y cantos

Antesala de la gloriosa sinfonía.

Estar enamorado ¡Clamor de gozo!

Es dar y recibir inefable bienandanza

Festejando los ardores ¡qué alborozo!

Mitigando los duros dolores

De lo infiel o de la duda, sin sollozo.

Theo Corona

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