La verdad

La verdad Cuando abrí los ojos hoy, pensé en ti. Te iba a ver, a besar… Y ahora estoy aquí, frente a ti, en el sofá, mirándote no sé ni cómo, hablándote no sé ni cómo, riéndome no sé ni cómo. Mírame ahora aquí diciendo que también venía a darte mi adiós apropiadamente, en la cara, que lo mejor es dejar todo atrás. Mírame aquí diciendo que simplemente es muy complicado llevar una relación como está siendo mujer. Mírame aquí coincidiendo contigo que nunca es solo sexo, que todo se complica cuando pasa el tiempo y entonces… es mejor terminar. Y no te diste cuenta que te miré cuando no me podías ver, tratando de guardar tu imagen, porque tal vez esa era la última vez. Y no te diste cuenta que repetía mis estúpidos argumentos porque no quería que la conversación acabara. ¡Y no te diste cuenta de nada, de nada! Uno puede sorprenderse a sí mismo, no sé cómo pude lograr que no te dieras cuenta que me estaba doliendo cada palabra de tu boca, estar tan cerca de ti y tan lejos a la vez, decirte adiós cuando quería quedarme en tu vida. Y bajando esas escaleras, ya mi orgullo no pudo contenerse más y se echo a llorar. Y mi cuerpo iba flotando, una pared me sostuvo, mientras las lágrimas encontraron finalmente libertad. Allí cerca de tu puerta, en esa escalera, en esa pared, esta la verdad: me enamoré de ti.