I
Fantasmas
Vi tras el espejo
Incrustado en el papel casi vacio
Cientos y cientos de palabras francas.
Toda la primavera tendida en el asfalto
Oscurecía el cariño y su reinado
Rutilante y fresco.
Iba y venía la penumbra que sonríe,
Amaba el tiempo al sueño y comenzó a llorar.
II
Jardín
a R. Victoria
Me ofreciste un clavel
y fue la música
de sus sombríos pétalos
que no encontraron noche
en la emoción olfática del alma.
(Solo el aroma de la flor, solo el aroma)
Pero hallé en ella
mi secreto lejano de la infancia
ese nombre que quisimos saber
de la palabra escondida tras el juego.
(El aroma y la flor, la osadía del sueño)
No se cansa mi lápiz de corregir memorias,
la pena y el clavel se han hecho uno
y el fruto y la fragancia doble.
(¿Y morirá la flor?¿Lo hará su aroma)
Rompí la caja que, hasta ayer, distante
y obtusa se abrumaba
sobre la lápida de un ensueño viejo,
que yace ahora donde nunca ha de entrar este clavel.
Masatepe, 27 Octubre del 2000
Comentarios3
Tenía 18 años, tiene este poema 13 años de vida.
Fantastico.
Siempre es grato poder encontrarnos con esos viejos versos que remueven las aguas tranquilas del recuerdo.
Un verdadero placer poder leerte.
Un saludo.
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