Pastel de choclo
Vamos a comer pastel de choclo,
la tierra mece ya mazorcas de oro
y todos convidados son de la alegría.
El gran diamante de los pobres, la cebolla
cae y resuena cristalino en mil fragmentos,
sobre el hambriento mar dorado del aceite.
Viene la carne ya molida y sonrosada,
fría en el trance del no ser a los sabores,
gozosa en la frutal resurrección de los sentidos.
Alguien descorcha y sirve la luz del vino errante,
alguien desuella vivo el gran tomate rojo
y adereza en rodajas el corazón sacrificado.
Ya todo se une al pollo suculento,
se acuesta en las arenas del pino lujurioso,
pone de almohadas rubias pasas y al gentil huevito duro
y se abriga con la pasta del choclo desdentado.
Todo en la greda ancestral y perfumada,
todo en la fiesta familiar del buen verano,
la eternidad que espere, los problemas infinitos,
vamos a comer pastel del choclo, amigos míos.
http://fuerteyfeliz.bligoo.cl/
02 04 13
- Autor: Óscar Pérez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 2 de abril de 2013 a las 16:09
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 1305
Comentarios2
"Que la eternidad espere" es cierto, compartir una rica comida en familia significa tocar la felicidad con los dedos.
Hermoso saborear este pastel de palabras.
Cariños amigo querido.
Saludos, Elvira, la eternidad es eso: un gesto de amor que nos detiene. Un abrazo.-
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