Eso, un holograma balbuciente,
trepidante, justo a las seis y media de la tarde,
en el rostro, casi ilusorio por lo vano (oculto),
si fuistes o serás, pero la calle misma
con su néctar de sombra
proyecta luz de ínfima precisión (mi alma)
…y así otra vez, en el teatro de la realidad,
en el vacío de lo completo, lentamente rápido,
te fugas de mis manos.
Un golpe a la distancia, como jugar,
con la sustancia que mantiene al éter,
a darle vida en él mi corazón,
reconocer, llorar de rabia o de tristeza
y apagar de un tajo el holograma y olvidar
que en la esférica noche
sólo eres alguien que dobló en la esquina
antes de llegar a mí.
Masaya, 21-03-13
- Autor: marcos (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 4 de abril de 2013 a las 04:49
- Categoría: Triste
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Cuando el poeta sabe crear estrofas tan bellas, la pluma del rapsoda vierte sus sentidas letras, envolviendolas en tinta sobre el inmaculado papel para crear tan triste y genial poema señor y amigo Marcos
Abrazos de sincera amistad
Críspulo
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