La confundieron con una estatua bella
se creyó de mármol y era carne viva
un alma triste habitaba en ella,
sentimental, melancólica y activa.
Y tímida, ante el mundo, de manera
que encerrada en su silencio no salía,
sino cuando en el albor de la primavera
era la hora de la melodía...
Hora de encuentro y de discreto beso
que termino en pasión lo confieso.
Pero llego la hora del retiro
y se despidieron con un suspiro.
Todo deseo y pasión, sensación pura
sin comedia y sin falsas promesas,
su alma pierde la cordura
y a él sincera, se confiesa.
No soy estatua ni soy de mármol
soy un ser que por ti perdió el control
que parece girasol embelesado por tu sol
y mis ojos solo se orientan
a donde tus rayos calientan.
- Autor: Laura ( Offline)
- Publicado: 5 de abril de 2013 a las 09:05
- Categoría: Amor
- Lecturas: 168
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