Eres, bien mío, cual la primavera que al llegar a mi ignoto mundo de impenitente soñador obras la maravilla del brote de las primeras hojas, flores y frutos en el huerto de mi covacha y permites el regreso a mis árboles de ilusiones, de las avecillas primorosas que el antipático otoño había hecho emigrado hacia lejanas tierras.
Eres, bien mío, como el verano que alarga los días y minimiza las noches para que disfrutemos del resplandor vivificante de los rayos solares y permanezcamos menos tiempo en brazos de Morfeo.
Eres, bien mío, cual el otoño que minimiza los días para que en nuestras largas noches disfrutemos, con su obscura complicidad, del frenesí del amor.
Eres, bien mío, como el invierno, mes dela Natividad, que nos entrega pródigamente la nieve para que gocemos de sus múltiples posibilidades recreativas.
¡Por ti, dama prodigiosa en amor, disfruto hasta el éxtasis las cuatro estaciones del año!.
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Autor:
rodulfogonzalez (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 7 de abril de 2013 a las 11:32
- Categoría: Amor
- Lecturas: 28
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok., El Hombre de la Rosa, LEONARDO HENRRICY, miriam quintana
Offline)
Comentarios3
PRECIOSO AMIGO, muy bien poetizado, me ha gustado mucho, tus palabras son delicados.
CARIÑITOS DEL ALMA.
Siempre generosa con mi pobrecita poesía esta amiga argentina que debí haber conocido virtualmente antes de marzo de 2012, cuando visité su ciudad. Ese texto, amiga, fue escrito en la mañana de hoy y al concluirlo recordé las 4 Estaciones de Vivaldi que la complementan.
Una genialmente bella y hermosa prosa literaria de amor amigo Rodulfo
Saludos de afecto y amistad
Una inspiración tan exquisita como es de exquisita la forma de visualizar el amor en cada época del año. Indudablemente que hay mucho de sentimiento verdaderos en tu pecho buen poeta. Fíjate que al leerlo siento ese sentimiento como si fuera manifestado en forma de un volcán en apacible erupción. Muy bello...Felicitaciones...
Buen día, amigo del alma. Le agradezco infinitamente su generoso comentario. Sin sentimiento no es posible poetizar y hay en cada poema que escribo parte de mí. Un viejo volcán (en edad) como soy tiene que ser apacible para no apagarse. Lo más cerca de un volcán real que he estado fue en Ecuador, en la Mitad del Mundo, pero temiéndole no me acerqué a sus dominios, aunque vive gente en su cercanía, y en Quito, desde lejos. Un abrazo
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