Quiero dedicar al tuno
un poema en su memoria
por ser el manjar, la gloria
del que comer nunca tuvo.
Gracias mi tunera amiga
por regalarnos el fruto,
tú llenaste la barriga
desde el más sabio al más bruto
en los tiempos que no había
nada que echar en la boca.
Culpa de una guerra loca,
que entre españoles se hacía.
Luego vino la mundial
y te portaste igual,
de una forma muy sencilla
se aprovecharon tus pencas
para sembrar cochinilla
y fabricar colorantes
de manera natural.
Porretas e higos pasados
de la penca y de la higuera,
el queso y gofio amasado,
todo aquel que los tuviera
era un ser privilegiado.
Recuerdo que muchos chicos,
aprovechando la lluvia,
íbamos a "esmondigar"
esto era un arte, pelar
los tunos llenos de picos
tan solo con el pulgar.
Ahora estos son caprichos
que se comen por placer,
nadie los quiere coger,
pues le temen a sus picos.
Pero, cuando están barridos
y frescos de la nevera,
amigo mío, ya son lujos
que no los tiene cualquiera.
Mel
- Autor: Mel (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de abril de 2013 a las 19:40
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 215
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