Una memoria de perfumes
y un ruido vago me despiertan.
Me reclino,
Entra por la ventana un tono de luz
Desalentado e inseguro,
Todo es una espesa somnolencia.
El día es una niebla seca y fría,
Pasa una mujer cantando una canción lejana.
Me despliego,
Salgo de la gloria nocturna de los sueños
Y me río de mí.
Cada cual tiene sus vicios
Y me tomo de la mano de la noche
Y junto a ella,
Exprimo sus dones cantarines, aunque solo
Estoy contento de estar vivo, y de haber dejado ese sueño.
Después viene el mañana.
Un viento se levanta
El espacio sopla dentro de un agujero
Y es la voz del vacío que me habla.
Sube de tono,
Se eleva en un sollozo,
Es el llorar del mundo,
Que se hace más fuerte, que aúlla y brama.
Tengo sensaciones extrañas,
Un escalofrío me recorre por dentro
Como un recuerdo nunca ido.
Un frío de lo que no sentiré
Me muerde los músculos, las entrañas,
Y soy un temblor,
Un crujir de cosas, un caer en pedazos.
Me desvanezco al tiempo que las palabras
Como cuerpos celestes
Delinean figuras orbitales en posición cambiante
Y en cada latitud pierden su forma
Pero no dejan de moverse, no cesan,
Ahora ya no tienen ni siquiera forma,
Se escucha solamente
Un ruido deslizante,
Se aprietan sobre el tiempo,
Le demarcan una cintura oscura, opaca,
Es el mañana.
Pero pasa el temblor,
Una luz blanquecina se filtra
De timidez naciente
Rompe el alba y ahí…….
Amanece.
JULIO CASATI
- Autor: JULIO CASATI ( Offline)
- Publicado: 9 de abril de 2013 a las 00:12
- Categoría: Amor
- Lecturas: 57
Comentarios1
Bellas letras, colega!!!
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