Corazón frío, distante, cauteloso. Había sufrido demasiado. Tras años de tecnología, logró blindarlo. Todo el día abocado a su corazón le costó el trabajo. En ese estado nada lo conmovía. Luego de unos meses, Abelardo se dio cuenta que no podía vivir sin estímulos. El blindaje era irreversible. Llamó a Honorio, con trayectoria en circos y teatros. Café de por medio, decidieron presentarse juntos. Ahora es su amigo ventrílocuo quien le administra sus emociones.
- Autor: Meri (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de abril de 2013 a las 00:49
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 36
- Usuarios favoritos de este poema: Damian cuellar, El Hombre de la Rosa, Cock, Luzbelito
Comentarios3
El arte de tus hermosos versos llenan mi anciana alma de sabor poetico amiga María
Saludos y amistad
Gracias, Críspulo. Es un gran gusto que me digas esto. Cariños y regio miércoles para vos! Un abrazo de esta Aprendiz De Poetisa Que Se Atreve....
Pensamiento de calidad... filosofía de calidad, estimada María.
Un beso
Gracias José!! Gracias!! Un beso.-
María, que buen tema el ventrilocuo, entendiéndole al corazón de su amigo. Antiguamente funcionaban las cartas,y algunas damas se enamoraban de las letras.Gastón.
=)
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