La vida que ve venir
la que no conocía
viene lenta, cautelosa
deteniéndose en las esquinas.
Esta vez se da su tiempo
en esa luz amarilla
para pensar un poco más
si alcanzar la otra orilla
y en el rojo de la espera
su corazón examina
adivinando la intención
del verde que se aproxima.
Piensa por un instante
en su derecho de vía
calcula el siguiente paso
para no cometer la infracción
que le robe la alegría.
Sin posturas ofensivas
que provoquen accidentes
ni actitudes defensivas
que ocasionen el estrés,
manos firmes sobre el volante
tomando curvas con precaución
y cada bache con buen humor.
Recogiendo transeúntes
que a la orilla del camino
con el pulgar extendido y de buena fe
soliciten aventón
en su máquina del tiempo
que aún le queda motor
para hacer entretenido
el kilometraje recorrido
compartiendo mil historias
protagonizadas por amigos
transitando entre destinos.
Esta vez sí, se promete,
alzar la vista con aplomo
y por el retrovisor
y sin remordimientos
echar un último vistazo
a las lecciones aprendidas.
Abrir la ventanilla toda
y sentir la maravilla
del viento fresco que roza
con suavidad sus mejillas,
promesa de lindo paseo
por lo que resta de viaje
si no olvida provisión
de buen combustible
música linda
agradable compañía
y ligero equipaje.
Regocijo enorme
en hermosos parajes
espera con alborozo
y con una amplia sonrisa
de ese placentero viaje.
- Autor: Desiderata (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de abril de 2013 a las 00:54
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 74
- Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa, Gapu13
Comentarios3
El arte de tus versos llenan mi alma de sabor poetico estimada amiga Cotita
Saludos y amistad
Muy amable de su parte, señor! Gracias mil.
No me puedo concentrar
del entramado en la ruta,
pues la mente no se inmuta
en este viaje al azar
y la ilusión lo conmuta.
Pero me hace pensar
de la vida eterno viaje
llevando inquieto bagaje,
a la parada llegar
con el deshilado traje.
En su momento, su hora,
el viaje con esplendor
hubiera sido mejor
ganando a la conductora
el encanto de su amor.
Poemas de Camilo
Errante, sin puertos ni destinos.
Si hay algo que valoro, es la originalidad!
Cada acto de la vida, por pequeño y rutinario que sea, es un posición filosófica en potencia. Cada hecho cotidiano y aparentemente insignificante es, muchas veces, el punto de arranque, el inicio, de un nuevo camino que puede cambiar nuestro destino.
La felicito por enfocar ese punto de vista.
Hermoso y cantarino poema! Levanta el espíritu!
Gracias mi estimado, usted siempre me levanta el ánimo poético!
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