Repose entonces mi cabeza sobre la almohada, cerre los ojos e imagine...
Mi cama eran apenas los cuatro trozos de bambú, que formaban mi balsa. En cada extremo de la balsa velas y flores, muchas flores recubriéndome.
La baldosa sucia que nunca trapee ,se deformaba en rio, rio al borde de la selva amazónica.
La música que deje sonando en el antiguo toca discos, comenzó a tornarse salvaje; voces de gargantas afro me hicieron bailar el alma, apenas una tambora un maracon y un piano de la selva acompañaban aquellas voces que solo se pueden escuchar adentrándose en aquella selva.
Una sombra apareció entre las voces para desatar la cuerda que sujetaba la balsa.
Así fue como aquella noche dormí queriendo morir entre rituales.
Bakuru camocará. :)
- Autor: Bakuru ( Offline)
- Publicado: 10 de abril de 2013 a las 04:46
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 62
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