Como masa de pan, he quedado después de hacer los exámenes rutinarios, de siempre.
Llena de “gelatina” pegajosa, incomoda, al fin de dos horas, he terminado. Sin comer desde las once de la mañana hasta las siete de la tarde y sin poder tomar un vaso de agua, he aguantado.
Hoy pienso,” ya pasó”, pero… la mamografía, la chica parecía que tenía placer en lastimar, ¡un momento hubo que casi le daba una bofetada! ¡Que locura! Aún estoy dolorida. Si ella supiera en el peligro que estuvo, cogía vacaciones cuando vuelva allí. Solo pensaba que parecía un coche en el taller, testándome en máquinas y arreglando chapa abollada, con martillo de goma. Revisión de los setenta.
Un día distinto, ahora a pedir ayuda a mi masajista para relajar. Todo hace parte del vivir, no de la vida, esta no tiene culpa, culpables somos nosotros, si lo pensamos bien, nada de esto era necesario si de una vez por todas acatáramos lo inevitable, nuestro destino. Por mucho que hagamos y tentemos, lo que tiene que ser será.
La vida es una cosa maravillosa, es todo lo que existe, mientras dura. Vivirla no sabemos, la estropeamos, y le echamos la culpa de todo de malo que nos pasa. Cuando cosas maravillosas nos pasan ni nos acordamos de ella.
El corazón es la mano de ella, mientras no sepamos dejarlo suelto y libre, seremos esclavos del temor, de cadenas incómodas, de no vivirla en felicidad.
Como humana, me dejo llevar por mentiras y no merecía la pena, ¿habrá cosa mejor que amar y sentir el amor de alguien? No. Nada nos transciende como él. Nada nos eleva al más alto sentir de la vida.
Cuando se ama de verdad, lo físico desaparece, tanto da que tengas los dientes todos oh te falte alguno, si es cojo, si no tienen un cabello hermoso, si es gordo o delgado. Eso son percances, lo terrible es no sentir solo el corazón, dejar nuestra alma vivir con otra. Por un grande amor se muere, por dinero se mata. Es la diferencia del espirito y la materia.
Como ayer, lo pasé morado, por el cuerpo, por el espirito, nada hago. Es así, pues pensamos que si no tenemos cuidado enfermamos, nunca pensamos que estamos enfermos de nuestra alma., tan dolorida por veces, por falta de coraje, de vivir como deseamos siempre con recelo de lo que comentarán.
Así pues, pensando bien, si soy feliz amando, cosas que a los demás parecen tonterías, no lo voy a esconder de nadie. Al revés, lo mostraré sin tabús ni miedos. Para tener el cuerpo sano, nuestro íntimo lo tiene que estar también.
Amo la vida, en el todo, amo el viento que me hace llorar por su fuerza e frío, amo la lluvia que me moja sin piedad, amo los campos secos oh verdes, amo las olas mansas oh revoltosas, amo el sol que quema mi piel y todo esto es amar la vida, donde tu estas dentro de este corazón, que quiere y tiene que amar.
Oporto, 10 de Abril de 2013
Carminha Nieves
- Autor: secreet50 (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 10 de abril de 2013 a las 07:06
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 50
- Usuarios favoritos de este poema: DAVID FERNANDEZ FIS
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.