No cualquiera tropieza
con la misma piedra,
mil veces.
Se necesita voluntad,
y la misma terquedad
que me enceguece.
De nada me servirá
envanecer mi vocación
por la mala suerte.
Puede ser, mi profesión,
la del mal actor,
que cayendo, se divierte.
- Autor: Luis Elissamburu ( Offline)
- Publicado: 13 de abril de 2013 a las 18:27
- Categoría: Espiritual
- Lecturas: 88
- Usuarios favoritos de este poema: Maria Hodunok.
Comentarios1
me gustaron tus versos amigo, en pocas palabras decis muchas cosas, un placer leerte y conocerte.
CARIÑITOS DE LUZ.
Grácias por leerme. La idea que vos redondeas es lo que intento.
Bendiciones.
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