Pienso que siempre
he estado esperándote.
He tenido momentos
muy tristes en mi vida.
Aparte de haber sido
toda mi vida pobre...
la inundación que hace
unos años hubo en mi ciudad,
arrasó con todo lo que teníamos.
No quedó nada en mi pobre
ranchito de barro.
Las aguas se llevaron todo,
todo, hasta mi hijo y mi esposa.
Quedaron sepultados
bajo las aguas, y nadie
pudo salvarlos.
A mí, tuvieron que internarme
porque un poste telefónico
cayó sobre mi cuerpo.
Estuve casi un mes internado.
Cuando salí, ya recuperado,
llegué aquí, a este lugar...
desconocido para este pobre
tipo que no sabía dónde iba a parar.
Toda la tragedia de la inundación,
quedó grabada en mis ojos
y en mi corazón.
No tenía voluntad de sobrevivir.
Al llegar aquí, hacía muchísimos años
que no visitaba una capilla.
Entré en la primera
que encontré en el camino.
Camino de tierra,
recalentada por el ardiente
sol de la tarde veraniega.
Entré, todo transpirado,
sucio y hambriento.
El hambre y la suciedad
no las tuve en cuenta.
No me importaban.
Sí me interesaba estar allí,
en ese sagrado lugar,
humilde, como yo.
Me senté, delante del altar.
Me puse a rezar, lo poco que sabía...
Desde la muerte de mi familia,
no había llorado.
Pero esa tarde, no pude aguantar
mi llanto, y lloré tanto...
hasta mi última lágrima.
Allí me encontraba seguro,
protegido... no se por qué.
Fue una extraña sensación...
que no sabría explicar...
Alguien tocó mi hombro,
levanté la vista,
y me dio la sensación
de haber visto el rostro de María,
la madre de Jesús...
Te sentaste a mi lado,
y me tomaste de la mano, apretándomela,
fuertemente, como no queriendo
desprenderte nunca de ella.
Yo me quedé mirándote sorprendido.
Como yo, tenías lágrimas en los ojos,
los cuales me miraban con amor...
hacía más de un mes que una mujer
no me miraba así... con tanto amor...
teníamos nuestras manos unidas,
como si nos conociésemos
de toda la vida...
y allí mismo, me contaste tu breve
y triste historia...
hacía poco más de un año,
en un trágico accidente de ómnibus,
que chocó con otro,
murió tu esposo y tu hijo.
Interiormente yo me decía:
"No puede ser. Ella también como yo,
perdió a sus seres amados"...
Coincidencias de la vida...
Me pediste disculpa por tu actitud
de tomar así mi mano,
diciéndome que del alma
te salió hacerlo, y lo hiciste,
porque me necesitabas.
Porque tu corazón te anunció
que de mí te habías enamorado.
Me habías visto entrar,
me seguiste, y comprendiste mi llanto,
que también había sido el tuyo.
Nuestras tristezas y nuestras lágrimas,
se habían conectado en una similar
desgracia.
Me confesaste que te atreviste
a lo que hiciste, porque
tenías el presentimiento
de qué era lo que me sucedía.
Yo entendí tu comprensión.
Permití tomaras mi mano
en esa forma tan desesperada
y humanitaria...y me dejé estar...
el contacto de tu mano en la mía,
creo que la estuve esperando...
sin saber que llegaría, como llegó...
Tú te habías enamorado de mí,
antes de que entrase en la capilla,
y yo me enamoré de ti,
cuando te miré a los ojos, con lágrimas...
así llegaste a mi vida...
Mi triste agonía solitaria,
duró un corto tiempo,
antes de conocerte...
porque al conocerte en la forma
y el lugar que nos encontrábamos,
fue realmente, una bendición del Señor...
me recordaste rezar el Credo...
lo rezamos juntos...
y nos prometimos casarnos en poco tiempo.
Para qué esperar, nos dijimos...
hicimos una prolongada pausa...
cada uno hacíamos nuestro rezo individual...
cerré mis ojos, junté mis manos,
y agradecí a Jesús me enviase a ti
a mi lado... te necesitaba...
me buscaste, me encontraste...
Tomé tu mano. Nos dirigimos caminando
hacia la salida, con nuestras manos unidas...
hacia una nueva vida...
Todos los derechos reservados del autor(Hugo Emilio Ocanto - 18/04/2013)
- Autor: hugo emilio ocanto (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 18 de abril de 2013 a las 00:45
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 115
- Usuarios favoritos de este poema: Hugo Emilio Ocanto, lindaestrella, romanticoKerDar, El Hombre de la Rosa, claudia07, Maria Hodunok., CARMEN
Comentarios12
que bello amigo muy lindo
Gracias mariarl.
Mi querido Hugo, cuánta belleza hay en tus letras!!! Tristeza y alegría mezcladas en ese final tan lindo, realmente hermoso tu poema, te mando un abrazo junto con mi admiración!!!
Tus palabras me colman de alegría lindaestrella. Muchas gracias. Un beso, admirable poetisa: Hugo Emilio.
Me quedo ensimismado
contemplando ese cierre
la pareja alejandose
tomados de la mano
y en off la musica de organo
¡Hollywood!
Oscar por favor
Me pasa algo muy seguido con tus comentarios, amigo Enrique. Los leo, y se me cubren los ojos de lágrimas. Si alguien pudiese llegar a burlarse, no me interesaría. Lo importante es el sentimiento que siento referente a tu comentario. Gracias, amigo. Un abrazo fraternal: Hugo Emilio.
Un texto que me despertó sensaciones muy conmovedoras, me gustó el final, y siempre revelan a un poeta -actor como un hombre de FE. Fue placentero leerlo porque siempre tratas de dejar un mensaje .
UN BESO ,HUGO QUERIDO.(TE aclaro que sé, que vos no tocas el órgano!!!!jajajaj)
Bueno Pepita, ya con este comentario me quedo más tranquilo, y aunque sea público te lo digo, ¿por qué no? Hoy me mandaste un mensaje y me tratabas de usted. Me dio un no se qué. Ahora que me has tuteado, voy a hacer la práctica con mi órgano(jajajaj)
jajaja, es que me enojo y des-enojo con facilidad jajajaj bromeo
Amigo , mi aprecio por ti es muy sincero , acaso no fuimos compañeros de la Opera y como nos divertimos con tu vecina !!jajjaj vive aún ?
UN ABRAZO , HUGO (ESTOY MUERTA DE RISA)
Por favor Pepita. Esta es la Pepita que yo quiero! La amiga que se transforma en Cristina. Mi vecina sí, aún vive, aunque... estoy planeando, no digas a nadie por favor... estoy planeando un crimen. Leo libros para que sea perfecto. Ellos me enseñarán a ejecutarla. Pero no se lo digas a nadie Cristina. LA BESTIA HA DE RENACER... ( ¿Y vos que crees? Me estoy REMATANDO de risa...jajajajaj, ¿ no me escuchas acaso?) Un abrazo, Pepita: Hugo Emilio
Entre la trágica situación que la vida a veces nos presenta, siempre cuando creemos estar más hundidos aparece una luz, señales que nos guían y depende de nosotros cerrar los ojos o mantenerse atentos. Tal fué el caso del protagonista de tu escrito, querido Hugo.
Saludo y abrazo fuerte para tí, que Dios te bendiga, amigo.
Con una enorme alegría recibo tu comentario, poetisa. Siempre la luz del Señor está presente con el que lo ama. Solo hay que tener paciencia y esperar. Todo llega. Ante el dolor y la infelicidad, nuestro Señor aparece para que podamos hacer la vida más llevadera y feliz. Muchas gracias por tu comentario, amiga del alma. Mi saludo y un fuerte abrazo. DTB, amiga.
SENTIMIENTOS ENCONTRADOS ME QUEDARON AL LEERTE... TRISTEZA POR ESA FORMA TAN ABSURDA DE PERDER A SU FAMILIA... Y LA FORMA TAN BELLA Y EL SITIO DONDE ENCONTRÓ NUEVAMENTE EL AMOR...
ME ENCANTO LEERTE
LINDO DÍA
ABRAZOS DTB
Con mi más sincero agradecimiento a tu comentario María Isabel. Pases hermoso día. Abrazos DTB
Mi alma enmudece al leer tanta hermosura amigo Hugo
Saludos y amistad
Mi alma se alegra por tu comentario, poeta. Saludos y amistad, amigo Críspulo: Hugo Emilio.
hermoso relato amigo , me encanto el final ,abrazos
Gracias, querida Claudia. Abrazos!!
Donde hay mucho dolor, siempre aparece el amor haciendo justicia...Genial como siempre, saludos tocayo.
Poeta tocayo: Muchas gracias por tu comentario. Saludos: Hugo Emilio.
MUY BELLO TU POEMA HUGUITO, bien llevado y con realismo ¿sabes que asi nacen los grandes amores?, me encanto leerte hermano, tu imaginacion es inagotable.
CARIÑITOS DE LUZ.
Si supieras María lo que representa esto que hago en mi vida. Todo. Como a vos te pasa, necesito transmitir, y dentro de mis posibilidades, lo hago. Mi imaginación, a veces, hasta a mí me sorprende. No creí nunca llegar a esto. Dentro de unos días, va a hacer un año... Gracias por tu comentario. Cariños de LUZ Y AMISTAD . Hugo Emilio.
A mi tambien, recien escribi uno cortito para mañana, ese si es real, pero nada de amor.
Una bella historia de dos soledades encontradas para darse amor y comprension. Siempre es un lujo pasar por tu rincón. Un beso
Ante la desgracia, Dios siempre te envía a un alma gemela para acompañarte en la vida. Muchas gracias Carmen por acompañarme. Un beso: Hugo Emilio.
Una historia triste conun funal feliz, impresionanate las penurias que los pueblos pasan fente a estods hecho, pero que de todo aquello queda elladoi humano para amr y vivir con la esperanza.
besos.
Muy sentido tu comentario Silvana. Gracias. Besos: Hugo Emilio.
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