Viajero

Nada me es suficiente cuando se trata de ti.
Tus risas no son mías, ni a un suspiro aspiro.
Vaya que tengo problemas, quiero un amor,
un amor que no es atrapable. 

Además, no quería cualquier amor,
quería tu amor…
Un amor puro, sincero
pero que no podía poseer.

Hace ya bastante tiempo mi corazón no tiene equilibrio
y vuela, se acerca, pero se aleja… claro, de ti.
No sé los términos, ni las condiciones,
sólo entiendo que hay un contrato.

Busqué la manera de llegar a ti,
pero algo siempre estaba delante de mí;
algo que no podía quitar aunque quisiera,
y llevaba por nombre, tu libreta.

Comencé a odiar la literatura,
ella era tu compañera, de noche y de día,
La que soportaba tus malos ratos
a la que le contabas tus alegrías.

Poco a poco fui comprendiendo,
que como a mí la oratoria a ti la escritura.
Acepté y agradecí que se tratara, sólo de esencia,
y aun así, el amor navegaba, iba  venía.

Pero hoy, ya no le tengo celos
porque tus horas le pertenecen sí,
pero a mi tus versos.