Anda la tarde, conforme te busco,
cada paso mío, tu huella anticipa,
vorágine de los ruidos, aturde,
en el descanso de cambiar de modo,
séquito de pertenencias, te comparto.
El corazón a vela en su latido,
y se presiente como aproximación,
espacios de los cuerpos, que se cierran,
bilocado estoy en tu muslo y en tu boca,
ya estás en la distancia que se mueve.
Cada hoja, convertida en una alfombra,
extendiéndose, para recibirte,
se acomodan y esperan tu presencia,
todos los rostros, pasan por el mío.
Me distraen los anónimos semblantes,
confundiéndose, también se disuelven,
aún permanecen mis manos tan vacías,
en tu vuelta sucede cada olvido.
Tiempo amarrado en el pulso del reloj,
tu tardanza, se convierte en estación,
lloran las goteras por la llovizna,
de emociones, en redes de madejas.
Tu cara, como cielo, se destaca,
el campo se vuelve verde por tu agua,
el rayo de los ojos, nos encuentra,
estás aquí, ataviada de señora.
Cabello leonado, boca de enjambre,
tu cuerpo, movimiento en remolinos,
como amantes, se unen nuestras manos,
uno al otro, cuando juntos el andar,
donde quiera que volemos, el amor.
EL POETA DEL AMOR. 26-04-13.
CABO SAN LUCAS, BCS. MÉXICO.
- Autor: arturo maldonador ( Offline)
- Publicado: 28 de abril de 2013 a las 02:32
- Comentario del autor sobre el poema: La mente vuela entre la fantasía y la realidad y acomoda palabras en sentimientos y sensaciones que se unen y dispersan en la misma. El símbolo central es la mujer, que se mimetiza en su propio disfraz.
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 385
- Usuarios favoritos de este poema: Andra, lindaestrella, El Hombre de la Rosa
Comentarios2
Precioso poema, un abrazo!
Una prenda hermosa tu genial poema amigo Arturo Maldonador
Saludos de amistad
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