CombustiÓn de agua

Sabas

El poeta dice: AsÍ termina el crepÚsculo con tus labios dulces, cerezas, amortiguados, dezcalsos sobre mi boca, hay como un incendio entre trincheras de ajedrez, un rayo mutando entre los ojos. Se hace entonces la noche suave, fresca, virgen como un cÓndor de estrellas y el bendito prodigio que nos cruza el alma, se hace como ella. Primero el beso, guerrero, de conquista, como el sol pariendo una tormenta, luego una mano textual, un tacto fugitivo, el ardor del calco a fuego lento, el clon de los reflejos la tentaciÓn de la piel la vulnerabilidad de los actos, la atmÓsfera precisa, la ley de gravedad concretada antes del sol desarmados ellos al impacto placentero, explotando al cielo abierto como dos pájaros de agua en el aire, ese mismo oxÍgeno biÓnico que hospeda a sus brazos el amanecer naciente.
  • Autor: código cero (Seudónimo) (Offline Offline)
  • Publicado: 30 de abril de 2013 a las 00:15
  • Categoría: Sin clasificar
  • Lecturas: 40
  • Usuarios favoritos de este poema: El Hombre de la Rosa
Llevate gratis una Antología Poética ↓

Recibe el ebook en segundos 50 poemas de 50 poetas distintos


Comentarios +

Comentarios1

  • El Hombre de la Rosa

    El encanto de tu pluma viste de lujo tus letras en prosa amigo Código Cero
    Saludos y amistad



Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.