(A Nancy)
Grises también son las piedras que impulso le dieron
al talón del Nemrod que lanzo sus letras al viento
con su onda de hojas, que dos gnomos trajeron
como regalo de gracia por liberarlos de un cuento.
El brazo destina su onda a lanzar letras al viento,
como gracias a Dios por la sed, y la tarde lluviosa,
para pedir el calor o la vida, y el suficiente alimento,
o quizá para entrar en el alma de su musa gloriosa.
Pero los ojos confusos ven herida una cinta que llora,
que libre flota, y su cálida estela dibuja sus versos,
con sus caprichosos colores, como si fuese una aurora.
¿Qué esconden las letras que cantan al pan y al amor?
si a la cinta rompieron su tela, como dardos perversos.
¿Cómo saber?, qué a la musa del viento le causa dolor.
Managua, Nicaragua
- Autor: Elio Alves (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 27 de noviembre de 2009 a las 19:57
- Comentario del autor sobre el poema: Muchas veces se dicen cosas que pueden causar disgusto a los demas, sin intension, es corta la distancia del cerebro a la boca, pero del cerebro a las manos... queda la constancia en papel, de palabras francas, que pasaron por el corazon.
- Categoría: Amistad
- Lecturas: 193
- Usuarios favoritos de este poema: Irmangeles
Comentarios4
Precioso poema que nace desde el corazón y pasa por tus manos para plasmarla en papel y lo que la leemos poder disfrutarlo.Un abrazo
Gracias por tu comentario en La musa del viento, ten por seguro que eso trato, de quien lea disfrute, esa es la parte que le toca al lector, y que nos motiva a nosotros.
Un Saludo
Bellísimo. Que buen poema!!!
Me encantó leerte
Besos
Gracias por tu comentario, me alegra que te haya gustado este soneto.
MARAVILLOSOOOOOOOOO!
Me lo llevo a favoritos.
Un abrazo.
Gracias amigo por tu comentario, que estes bien.
De verdad captastes el sentir de la cinta, y en estelas de auroras le diste valor a su dolor.
Muy Hermoso.
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