Si te encontrara

Suspiro a veces al recordarte, mi corazón guarda tu nombre en pétalos de rosas. Mi mente se apodera de la nostalgia y mis brazos desnudos vagan al son de Arjona.

Volare por las sonrisas del pasado y violare mil leyes del recuerdo, encerré mis noches en tus besos y deje el mundo en un cristal de sueños.

Gritare “te quiero” por las calles y los vagabundos pedirán a rezos, que algún día me calle, porque ya están hartos de escuchar te quiero.

Tus pies serán altares que dejare en Venecia, tus manos rosaran el viento del desierto y todo ocurrirá en mis venas.

Porque fuiste sangre, amor y lágrimas que algún día tuve y aun las tengo, bajo mil candados de silencio, esperando por tu regreso.

Dormiré cansado, nadare por los mares del recuerdo, tocare las nubes de tus pechos, exquisitas montañas de deseo.

Escuchare los latidos de tu cuerpo, en suaves sinfonías de pecado, bajo el cielo y las estrellas y pequeñas gotas de lluvia en nuestros besos.

Serán testigos del amor en sueños, de realidades adversas, serán testigos de los recuerdos, por los cuales escribo aunque ya no los tenga.

Respiro y vivo gracias a las palabras que las tomo de un rincón del alma, que nacen en los albores de amores prohibidos, de pasiones del ayer que quedaron segregadas al olvido.

Tu sonrisa la llevo en la mía, como para que jamás se extinga, poco a poco caminando entra tu sonrisa en la mía.

Como loco, como ciego, como muerto más que vivo, como sea sigo yendo al encuentro de nuestras vidas.

El espagueti ha cambiado, su sabor y su delicia, tal vez si te encontrara, mi mundo, mi comida, mis dedos y mis labios, la música, la alegría, las tardes de lluvia, las noches de deseo, los besos, la calidez de tus brazos, el reflejo, las palabras que escribo, la soledad de las mañanas porque estas preparando un tinto, la veracidad de las sonrisas, las lágrimas en las cornisas, los globos en cumpleaños y el amor que nos tuvimos, todo volvería.