Sé, bien mío, que mi cansada golondrina nunca descansará de su ajetreo cansino ni en la copa de tu frondoso árbol, ni en tu florido jardín.
Aún así te amaré.
Aún así me amarás.
Sé, bien mío, que mi cansado colibrí nunca depositará en tus labios carmesí su minúscula carga de rica miel natural.
Aún así te amaré.
Aún así me amarás.
Sé, bien mío, que en tu diminuto riachuelo, cantarín y vivaz, mi adolorido cuerpo, después de mucho viajar, no se bañará para recuperar el vigor y continuar su marcha hacia destino incierto.
Aún así te amaré.
Aún así me amarás.
Sé, bien mío, que mi cabeza, con cabellos níveos del tiempo, nunca descansará plácidamente en tu regazo blando, acogedor.
Aún así te amaré.
Aún así me amarás.
- Autor: rodulfogonzalez (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de mayo de 2013 a las 09:05
- Categoría: Amor
- Lecturas: 32
- Usuarios favoritos de este poema: CARMEN, El Hombre de la Rosa
Comentarios2
¡¡¡¡Mmmhhhhhh!!!
Que hermosa estampa querido Eladio.
Me has arrancado un gran suspiro.
Te abrazo
Amiga: Si alguna vez nos conocemos personalmente, los suspiros se oirán en todo ChihuahUa. Un abrazote y gracias por el comentario, Eladio
La presencia de tus preciadas letras asombran mi anciana alma con la hermosura que viertes en tus geniales versos de amor estimado compañero y amigo Rodulfogonzalez
Saludos de amistad y afecto
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