La que expiró en las carcias de tus brazos
cuando dos gotas de mis verdes ojos
cautivaron el Jardin de los Hinojos
y el planton de la Mar de los Zargazos.
Al detener mi corazón su marcapasos
en la Tierra del Canto de mi suelo rojo
allí, mis restos yacen y me alojo
esperando la llegada del Ocaso.
Me despedí de Tí, vestida de gala
y el rostro cubieta de una blanca tela
como la dama inmóvil y sin alas.
Desperté en una cósmica copela
orbitando en una Nova a escala
con el Ajustador, en mi citadela.
Claudio
- Autor: Lucano (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 6 de mayo de 2013 a las 15:54
- Comentario del autor sobre el poema: A las madres que se nos han adelantado.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 121
Comentarios1
HERMOSOS VERSOS PARA ESE SER QUE NOS ILUMINO Y GUIÓ EN EL CAMINO
ME ENCANTO VOLVER A LEERTE
FELIZ INICIO DE SEMANA
ABRAZOS DTB
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