Cada anochecer reviso en mi mesa,
el libro polvoriento de la historia,
de día en día una cosa es notoria,
que pesa más con la nueva hoja impresa.
El tiempo que se va ya no regresa,
y por ello alguien traza en la memoria
con su pluma la línea divisoria,
entre el -hoy que empieza- y el -hoy que cesa-.
Días que para siempre han de durar
días que terminan con alegría,
días que se van llenos de pesar.
-La historia continúa- hoy leía,
y mientras leía puede observar,
que la pluma de la vida escribía.
- Autor: Manny (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 7 de mayo de 2013 a las 21:42
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 114
- Usuarios favoritos de este poema: dulceluz, lindaestrella
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