UNA mirada de AMOR

... Y en la noche, al llegar a casa, sentir ese olor característico a leña de otro hogar que llevas siempre, muy mal disimulado en tu ropa ...





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UNA mirada de AMOR:





Comencé mirándote a los ojos, dejándome pensativo y desde ese entonces, quise ser más que el buen amigo que ha llegado a tu vida únicamente con derechos limitados al no poder entrar, donde no se invita a pasar, sin antes haber cambiado alguna vez, tus ideales a capricho...

Comencé mirándote a los ojos, enamorándome por tanta belleza reflejada de tu alma, sin pensar modificar mi testamento por el sufrir que llevaría por los espacios reiterativos sin tiempo de amor, no queriendo notar mi recordada y sentida presencia sobre tu anhelado pecho...

Comencé mirándote a los ojos, aquella noche, aguándoseme los ojos lamentando el haberme fijado en alguien como Tú, no sabiendo interpretar que verdaderos sentimientos me esperaban más allá de una mirada de amor, no pudiendo ver a tu inconmovible corazón...

Comencé mirándote a los ojos, asegurándome del techo, sin preocuparme del lecho, donde tendría que enterrar un sueño por un fracaso que fue la desilusión ante mis ojos, con dos lágrimas una por ti ausente y otra por mi presente, velando entre cuatro cirios encendidos un féretro por un sentimiento muerto que hasta ayer se llamó amor en los brazos.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 29042013 06:10 PM.