Cuenta la gente de una mujer,
quien da de comer y cuida a los perros,
cuenta la gente de un hombre también,
quien fuera su amor, de oficio minero.
Ella tenía una enfermedad,
que desde los diez venia padeciendo,
y se perdía en un mundo in real
y dejaba su hogar por días enteros.
Él, que la amaba sabia de su mal
y la llevo al altar sin importarle eso,
porque él confiaba que se iba a curar,
con su gran amor y un buen tratamiento.
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Ya habían pasado la luna de miel,
tenían mas de un mes su idilio viviendo,
Él como siempre a la mina se fue
y dejo a su mujer todavía durmiendo.
Ella tenía también mas de un mes
sin ver a sus padres y quiso ir a verlos.
Sin avisarle a su esposo se fue,
pensaba volver pronto de regreso.
El sol salía y aquella mujer,
salía también rumbo al otro pueblo,
tomo de guía las vías del tren,
el cual a su vez partía al lado opuesto.
Todo marchaba bien, crecía mas su amor,
soñaban con tener semilla de los dos,
màs su cariño, se lo llevo el tren,
la gente cruel se lo arrojo.
E igual sus sueños, se los llevo el tren,
murió el querer, perdió el amor.
…………………………………………………………...
Cuenta la gente, que al atardecer,
volvía el hombre aquel de su jornada
y su martirio comenzó a correr,
cuando a su mujer no hallo en su morada.
Loco de angustia se puso a buscar,
por todo lugar, con toda la gente
y alguien le dijo que la vio vagar
y luego abordar el tren de las siete.
Con esperanza se fue a la estación
y justo llego el tren de regreso,
màs su esperanza se desvaneció,
porque a su mujer no encotro adentro.
El tren vacio deja la estación
y vacio también, aquel hombre queda
y en un momento de desesperación,
al tren se arrojo y quedo entre sus ruedas.
……………………………………………………………….
Faltando poco para obscurecer,
aquella mujer, volvía a paso fuerte,
se le hizo tarde casi sin querer,
sintiendo en la piel el frio de la muerte.
Entre la gente y la conmoción
partido allí en dos, vio a su esposo inerte
y en un aullido de desesperación
así se quedo perdida su mente.
Todo aquel pueblo fue, testigo inmutador,
que una mentira cruel dos vidas destruyó,
que su cariño se lo llevo el tren,
allí murió el, allí ella enloqueció
y que sus sueños se los llevo el tren
junto al andén de la estación,
- Autor: Carlos Del Real (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 8 de mayo de 2013 a las 00:46
- Comentario del autor sobre el poema: Lei hoy una poesia acerca de una historia muy inspiradora de mi colega Juan Senda y me recorde de una historia no muy inspiradora sino mas bien tragica que hace años escribi, acerca de una mujer que se rodeaba de varios perros y se acercaba almenos un dia a la semana a la tieda de zapatos donde yo trabajaba y se me quedaba mirando por largo tiempo con inocente coqueteo y despues se marchaba. Una de las compañeras de trabajo me conto la historia de esta mujer y la verdad me quedo muy marcado en la mente su trajica historia y hoy quiero compartila. espero les guste mi narracion.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 245
- Usuarios favoritos de este poema: Dulce, El Hombre de la Rosa, ALICIA SANTI
Comentarios4
muy triste cariño muy triste
Si, muy triste y muy tragica. Grasias por leerme Mariarl!
cuídate niño un beso
Que triste historia y que bien narrada en forma de verso.
Realmente muy difícil.
Mis felicitaciones!
Un saludo desde Santa Teresita, Argentina
Alicia
Un gran alago son tus palabras para mi y me da gusto verte enrrededo entre mis versos y que te haiga gustado mi narracion de esta historia tragica. Un gran saludo desde California, Estados Unidos.
Cuando la pluma del Bate quiere expresar lo que su alma encierra, vierte con delicadeza sus versos en su genial poema amigo Carlos del Campo
Un fuerte abrazo de amistad
Amigo Hombre De La Rosa! Me complase que le haigan gustado mis versos y gracias por tan estimulante y apresiable comentario.
Un grande abrazo
Que tal amigo Corazon! gracias por tu comentario y tus palabras que llenan mis versos de elogios.
un abrazo igual, para ti de mi parte
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