Me pides comprensión, y siempre te la di.
Me pides permanencia, y siempre estoy.
Me pediste amor, y te lo entregué.
Dentro de mis posibilidades,
todo lo que me has pedido, te lo he otorgado.
Juntos hemos logrado en la vida,
casi todo lo que anhelamos.
Con esfuerzos y sacrificios mutuos.
Sin embargo, a pesar de todo,
me dices que no eres feliz.
¿Desde cuándo no eres feliz?
Me estás dando una sorpresa imprevisible.
Una sorpresa que me desmoraliza.
¿ qué es lo que te hace falta
para tener la felicidad perdida?
Una nueva casa... pides una nueva casa.
¿qué es lo que pasa con esta?
La veo en perfectas condiciones.
Tú prácticamente has sido la arquitecta
y decoradora de todo lo hermoso
que existe en esta casa.
¿cuál es el motivo de querer cambiarte?
¿que quieres alejarte de aquí, por qué?
Te escucho, dímelo, y te prometo he de comprenderte.
Siempre nos hemos comprendido y amado.
¿entonces?... Soy todo oídos. Confía en mí.
Sentémonos. ¿deseas tomar algo?
Bien, esperaremos hacerlo en la cena.
......
Entonces, éste es el motivo de tu deseo.
¿cómo has podido llegar a hacer esto?
"Te prometo he de comprenderte", te dije.
Comprendo lo tremendo que es para mí,
lo que me dices, pero no he de aceptarlo.
¿qué es lo que harías
si invirtiéramos tu relato?
Si yo te dijera que me he mezclado
sentimentalmente con nuestra vecina.
¿Cómo has podido llegar a hacerme esto?
No creo merecerlo, debido a la devoción
que he tenido contigo
desde el día en que nos conocimos.
Claro, yo me lo paso viajando,
y tú te has sentido aburrida,
y comenzaste a flirtear
con el marido de una de tus mejores amigas.
No mereces su perdón ni el mío.
También yo hubiese podido hacer
la chanchada que tú has hecho...
sin embargo en mis breves viajes,
no veía la hora de llegar
para verte y amarte...
Y tú me estás diciendo que quieres
mudarte de esta casa,
porque has estrenado un amante,
que vive cerca nuestro.
Comprendo tu situación...
pero no tuviste en cuenta
en ningún momento, aunque sea
por fidelidad a quien te dedicó
toda su vida y sacrificio.
Sí, hasta yo me sorprendo
de mi serenidad... aunque tendría
que estamparte la cara contra la pared.
Pero no he de cometer la cobardía de hacerlo.
Soy un ser pacífico, y también cuando se requiere,
un hombre de un tremendo carácter.
Pero con lo que acabas de decirme...
tú eres una tremenda mujer,
la cual no te mereces mi aceptación.
Te sobrepasaste con tu infidelidad.
Pero nada ha de convencerme
para que cambie de opinión.
Cambiaste nuestras vidas.
No estoy en condiciones para aceptarte
nuevamente como mi esposa.
Fuiste una inconsciente e irresponsable.
Sabías que mi felicidad era llegar,
y estar contigo... pero eso fue antes
que me confesaras esto, tan terrible
e imperdonable. No estoy en condiciones
de aceptarte. Has hecho que mi alma
dejase, de golpe, de sentir lo que sentía por ti.
No puedo creerlo... tu infidelidad
no es la única que existe.
Si los matrimonios nos diésemos cuenta
de la reciprocidad de sentimientos
que debe existir en la pareja,
no se cometerían adulterios...
esto no puede seguir así...
mañana salgo de viaje nuevamente,
cámbiate de casa, sí,
vete a casa de tus padres,
cuando regrese, no quiero encontrarte aquí...
Todos los derechos reservados del autor( Hugo Emilio Ocanto - 09/05/2013)
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Autor:
hugo emilio ocanto (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 9 de mayo de 2013 a las 01:23
- Comentario del autor sobre el poema: Sucesos que a diario suceden. Este, no es real, es imaginación.
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 61
- Usuarios favoritos de este poema: Hugo Emilio Ocanto, Andra, Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ ♥@ngel de kristal♥ Ƹ̵̡Ӝ̵̨̄Ʒ, claudia07, alicia perez hernandez, El Hombre de la Rosa, Maria Hodunok., Poemas de Pepita Fernández, lindaestrella, Diluz
Offline)
Comentarios10
tREMENDA SITUACION PRESENTAS AMIGO Y ALGO ASI DEBE DLOER MUCHO, MUY BUENA HISTORIA Y MUY BIEN EXPESADA.
BESOS.
Muchas gracias amiga Silvana. Besos: Hugo Emilio
Profundo...
Gracias, querido amigo. Mis saludos: Hugo Emilio
hermoso poema amigo la verdad que eres excelente , abrazos
Muchas gracias Claudia. Un abrazo.
La infidelidad, es un acto de desprecio a la persona que lo sufre...
No merece salvo pedir perdón, la continuidad de la relación.
En toda ofensa, puede haber también perdón...Un abrazo tocayo.
Gracias, poeta. Un abrazo.
Fuerte,..intenso y profundo,..amigo hugo,..un tema muy importante a tocar,..la infidelidad,...delicado y muy difícil de tratar,...pues no todos tenemos el mismo pensamiento sobre ello,... sobre perdonar o no,..pues en realidad depende solo de aquellos a los que les ha tocado vivirlo en carne propia,..muy bueno,..cálidos abrazos.
Muchas gracias por comentario Giovanna. Un personaje más sacado de la galería de mi imaginación. Un fuerte abrazo, amiga: Hugo Emilio.
Hermoso recital y preciada poesía amigo Hugo
Saludos de amistad
Gracias mi estimado poeta. Saludos de amistad.
Miraba la imagen y puedes creer que te veía a ti actuando?
Hermosa escena de al vida diaria!!!
AMIGO ESTOY PAGANDO MIS DEUDAS!!!
UN BESO , HUGUÍN !!!!
Al mirar esa imagen y me ves, es que haz de sentir realmente lo que escuchas, porque me aprecias, Pepita. Lástima no tener yo un rostro como el actor, soy horriblemente feo después del accidente... pero ya ha pasado, ahora a seguir actuando. Ya estás al día con las cuotas auditivas. Tal vez hoy te lleve soñar con un horrible monstruo, yo, representado uno de mis monólogos. Un beso, Pepita!!
Muy fuerte tema Hugo, y magnificamente interpretado amigo, un beso!!!
Un placer estés en mi tema lidaestrella. Gracias. Un beso.
Bien dicen que la realidad suele superar a la ficción, son casos de la vida que un Poeta como tú, sabe darle la entonación necesaria a lo profundo del sentimiento y el dolor ocasionado.
Otra hermosa entrega de tu arte.
Cariños y respeto, Poeta.
Diluz
Me puntuaste con una calificación elevada, Diluz, la cual me colma de pacer. Muchas gracias. Acuérdate de lo que te comenté referente a mi viaje a Buenos Aires. ¿o ya te has olvidado? Si no quieres tener en cuenta mi viaje, has de cuenta que no te he dicho nada. Estas últimas palabras, te las he dicho dulcemente, como corresponde a un caballero. Respeto y cariños te envío, señora poetisa: Hugo Emilio
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