Quisiera cerrar los ojos,
Y que todo el mundo comenzara de nuevo.
Quisiera ser lluvia: para caer
Con boleto seguro de regreso hacia el cielo.
Quisiera ser montaña indoblegable.
Quisiera ser olvido cercano.
Quisiera ser destino compasivo.
Quisiera ser suerte de la buena.
Quisiera ser ojo ciego
Para no ver lo que sucede;
Para no saber lo que puede suceder;
Para no saber cuando alguien muere
O cuando alguien vive sin quererlo;
Para no crear la libertad corrompida.
Para no creer en el amor dramatizado.
Para no saber de la sangre derramada…
Para no ver el cuerpo martirizado.
Somos tan cobardes ante la verdad.
Tanto la buscamos y hoy le tememos tanto;
Hoy que estamos en paz;
No nos apasiona nada, más que la guerra.
Tanto exigimos libertad, la obtuvimos y vivimos;
Hoy, pareciera que no la queremos;
Que añoramos el frío de una cadena.
Ya no queremos la libertad de elegir la paz,
Para no sentirnos culpables.
Ya no queremos la libertad de elegir la guerra,
¿Para que declararnos “cobardes”?
Todos luchan contra el hambre, comiéndose al mundo.
Todos lloran sangre por culpa de asesinos criados en casa.
Todos hacen la guerra al cuerpo; todos; contra un espejo.
Todos, confundidos, luchamos contra el mañana
Creyendo que es el camino hacia el próximo año.
¡Pobre pureza, pobre mundo de broma!
¡Pobre inteligencia de ornato!
¡Que ya nadie lo diga, que siento vergüenza!
Héctor Humberto García Herrera
- Autor: Poeta_maya (Seudónimo) ( Offline)
- Publicado: 9 de mayo de 2013 a las 19:16
- Categoría: Reflexión
- Lecturas: 125
- Usuarios favoritos de este poema: Cock
Comentarios1
Valientes letras que nos llevan a reflexionar.
Te abrazo
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