... Y en la noche, soñar despierto con una lágrima recorriendo el rostro, pensando en lo tonto que pude ser al dejarte ir, aun amándote en silencio ...
syglesias
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NO sabes CUÁNTO duele DEJARTE IR:
No sabes cuánto duele dejarte ir, soltando tu mano, viendo formarse lágrimas en tus ojos, no antes de haber sentido las mías correrme por el rostro, pues no es nada fácil borrar tantos recuerdos de la memoria que fueron momentos por detalles de amor que no volverán a ser vida consentida, esperada en los anhelados brazos del ayer...
No sabes cuánto duele dejarte ir, intentando retroceder sobre los mismos pasos dejados tan solo unos minutos atrás, sin en el intento poder aplastar por error de omisión algún sentimiento muy querido perdido por los espacios sin tiempo de amor que he venido sufriendo durante amagados años de soledad en silencio al no lograrte nunca olvidar...
No sabes cuánto duele dejarte ir, cuando mas enamorado estaba de ti, pero quizás esto sea lo mejor para los dos, aunque triste resulte aceptarlo y mañana en nombre de ese amor pueda ser peor vivir con la ausencia aun añorando su presencia por un latente corazón arrepentido, lamentando desvelado a ese ser que fue antes tan importante y amado.
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Sergio Yglesias García
Caracas, 01052013 12:15 AM.
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Autor:
syglesias (Seudónimo) (
Offline) - Publicado: 11 de mayo de 2013 a las 00:00
- Categoría: Triste
- Lecturas: 54
- Usuarios favoritos de este poema: syglesias, Valeria, El Hombre de la Rosa, mariarl, Gisela Guillén, DAMSYD
Offline)
Comentarios4
Así es amigo Sergio, duele dejarlas ir, pero es imposible
retenerlas si ellas no quieren
fuerte abrazo
bambam
Estaba???? : (
Cuando se Ama de verdad se lucha!
La calidad de tu versada pluma embriaga mi sentir poetico cuando leo las palabras de tristeza de tu prosa amigo Syglesias
Abrazos sinceros de amistad poetica
Críspulo Cortés Cortés
Duele dejar ir a quién se ama y en el transcurrir del tiempo las lamentaciones se hacen visibles y lejos de aplacar el dolor este se siente aún con más fuerza, pero uno de a poco comienza a aceptar y se va recuperando algo de paz.
Bello tu versar, Sergio.
Un placer surcar tu escritura, saludos cordiales.
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