Hablábamos como quien se embriaga de su propia soledad.
El sol se ponía a lo lejos, los trenes se paraban, las hormigas fornicaban en un descanso prohibido y eterno y la lluvia podía volver hacia arriba.
Las lágrimas nos alimentaban pues nos sabíamos finitos, transparentes, salados y de cristal.
¿Era tu abrazo lo que busqué tantas veces? ¿Era acaso tu olor metálico de llaves y prisa?
Cuando te miraba, lo indescriptible se hacía tan luminoso, tan suave, tan real.
Y cuando vuelvo a mirar ese paisaje de fantasía, el brillo de roca de tus ojos se imprime en los míos.
Y cuando resuena en mis labios ese canto de certezas, te adivino en cada canción, escondido tras los acordes de cualquier guitarra adolescentes.
Y cuando siento tu abrazo con la magia de lo que no existe, con tus alas de coral y panal de abeja, el alma se me araña y grita.
- Autor: vivalavida ( Offline)
- Publicado: 12 de mayo de 2013 a las 05:03
- Categoría: Sin clasificar
- Lecturas: 45
- Usuarios favoritos de este poema: rosi12, El Hombre de la Rosa
Comentarios1
Grandioso y especial poema has escrito hoy estimada amiga y poetisa Vivalavida
Abrazos de amistad poetica
Críspulo el de la Rosa
Muy agradable que te comenten de esa forma, gracias.
Para poder comentar y calificar este poema, debes estar registrad@. Regístrate aquí o si ya estás registrad@, logueate aquí.